martes, 15 de diciembre de 2009

Hola, me dejan jugar con ustedes?


("Si vas a correr con nosotros, tenés que salir en la foto!", me dijo el Pingüino. Y de a poquito me fui arrimando...)

No me van a decir que nunca vieron la escena. Verano, playa, pelota, "picadito" espontáneo entre varios hombres.
Alguno que está haciendo sombrilla en familia ó que vino solo a darse un chapuzón, ve el partido y se acerca diciendo la frase del título.
Increíblemente, así fue que hace tres años me convertí en Trotamundos.

Como la mayoría sabe (NdeR: pero a mi me encanta contarlo!), mis inicios en el running fueron, digamos...fortuitos.
Gorda como estaba después de tener a mi primera hija, una buena amiga me recomendó correr para volver a ser algo parecido a la Elba pre-maternidad.
El proyecto era realmente ambicioso, sobretodo porque siempre demostré una innegable nulidad para el deporte y porque correr, en particular, me resultaba aburridísimo.
Así y todo, en haras de volver a entrar en los jeans de mi ropero, me lancé a la aventura.

Empecé sola, corriendo por las mañanas antes de que Jota se fuera a trabajar.
Y sola me fui motivando, a medida que empezaba a pasar cada vez más mojones rojos en la Rambla y los kilos bajaban casi tan rápido como habían subido.
Contra todos los pronósticos, algo que estaba destinado a un sólo fin se convirtió en la puerta para muchas otras cosas.
Correr era parte de mi vida y así lo sentí luego de aquella primera Nike.

"Y ahora, qué?", fue el inevitable pensamiento apenas cruzado el arco.
Ya estaba programada la Nativa y sería el próximo objetivo.
"Pero esto no puede ser cosa de una o dos veces al año! Debe haber gente que corre todo el año, deben haber otras carreras".
San Google, que todo lo sabe y todo lo puede, me llevó a RedCorredores y de allí llegué a la página que me pareció más completa: Trotamundos. Punto com, punto uy.
"Estos tienen toda la data! Tienen el calendario de carreras, tienen pizarra...mirá vos! Si les mando un mail, hasta me llega una gacetilla mensual. Listo! Acá mismo!"
Y allá salió el mail.
La respuesta no tardó mucho. Y venía con invitación: si quería, podía correr con ellos la Nativa, e incluso seguir entrenando con el equipo. Se reunían lunes, miércoles y viernes en el mojón del km 8, en la Rambla.
Me gustaba la idea de un equipo. No es fácil encarar sola, y leyendo la pizarra daban ganas de ser parte. Parecían pasarla bien.
Fui a la largada de la Nativa y los vi. Eran varios. Uno me llamó la atención por ser excepcionalmente alto: su camiseta decía "Pablo".
"Pablo? Será el mismo que me contesta los mails? Y qué digo? Soy Madelón, la que viene de atrevida a correr con ustedes, que se conocen entre todos y son amigos, sólo porque me dijeron por mail que si quería, estaba invitada????". Primó el pánico al ridículo y seguí de largo.
Pero seguí entrando a la pizarra, leyendo comentarios y reportes, conociendo nombres y seudónimos increíbles...
Ya sobre la fecha de la San Felipe y Santiago, las ganas de animarme a correr con ellos volvieron. Escribí otro mail contando lo que me había pasado en la Nativa, a lo que Pablo respondió renovando la invitación y pasándome el punto de encuentro para la carrera.
Estación Esso (NdeR: bueno, hace tres años atrás era una Esso!!!), Rambla y Puntas de Santiago.
Allí estaban.
No recuerdo bien que dije. Pero debe haber sido algo simpático, porque un sonriente comité de bienvenida se me aproximó.
Fotos, estiramientos, indicaciones sobre el recorrido (NdeR: "La carrera empieza después de Coimbra", aludiendo a la pronunciada cuesta ubicada a un par de km de la largada y la necesidad de aguantar el paso hasta superarla. Célebre frase que nunca más nos abandonó). Y el primer choque de manos, el primer "buena carrera para todos"...rituales todos que, sin saberlo yo en ese momento, se repetirían tantas veces después.
Me acuerdo de que me sentí muy mal en esa carrera, corrí más rápido de lo que podía y hacía mucho calor.
Mientras pensaba en abandonar, me alcanza un corredor.
"Madelón?", me dice. "Sí...", le debo haber dicho, ya ni razonaba a esas alturas.
"Soy Marcelo, soy de Trotamundos. Dale, no te quedes!"
Y ahí se quedó corriendo a mi lado. Y gracias a eso llegué, porque de verdad que tenía ganas de dejar la carrera para una mejor oportunidad.
Esa fue la primera de incontables manifestaciones del espíritu de equipo que se vive en Trotamundos...la más fuerte, más significativa y más inolvidable para mí, seguramente siempre será la Maratón de Montevideo 2009.

Hace hoy tres años, unos perfectos desconocidos recibieron a una perfecta desconocida, y la hicieron parte desde el primer momento.
Al día de hoy, además de sentirme parte, tengo la bendición de contar a muchos como mis amigos.
Mi querido Troterío: por los ratos que me han regalado, por quererme así, por todo lo vivido...GRACIAS.
Ha sido un placer conocerlos!
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A riesgo de alimentar un feo pecado como la vanidad, les cuento un suceso feliz.
El sábado pasado tuvimos la clásica Trotaparty de Fin de Año.
Es tradición que, cada año, un miembro del equipo sea ascendido al Directorio.
Más allá del reconocimiento que significa, lo más lindo fue saber que, tanto los actuales Directores como el resto de los integrantes, opinaron que ese nuevo puesto era para mí.
Espero que no me quede grande ese traje!
Salú.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Papá quería un hijo varón

Siempre quiso uno. Él y también mi mamá.
Ambas veces la moneda les cayó del otro lado y la descendencia de los Reel fue femenina.
Así y todo, tan mal no le salió la jugada. Porque el Infierno en la Tierra llega para todo adolescente: el liceo. Cuando una niña mimada, con aires intelectuales y medio bobona llega al liceo, la única salida para no ser un completo paria es hacer cosas de varones.

Ir al Estadio, Amsterdam ó Colombes según correspondiera. Nunca Olímpica. Eso es para señoritas y viejos.
Tomar cerveza a la par de los amigotes. Y permanecer impecable o disimularlo convenientemente. Las borrachas papeloneras son nenitas que no saben tomar.
Meterse al medio del pogo y bancársela. Lo único que daba extra bonus era increpar cara a cara al “mano larga” de turno.
Mi hermana, la pequeña Reel, llevó las cosas al extremo, dado que durante toda su adolescencia ostentó un sobrenombre masculino. Mi pobre madre casi pierde la cordura por esas épocas…

Lo sorprendente fue descubrir que lo que hacíamos por supervivencia, terminó siendo un interesante modo de rodearse de chicos.
Desde esa época sostengo que vagos (ó no tan vagos) aires homosexuales, hacen que a los hombres les fascinen las mujeres con actitudes masculinas.
Así pasamos tantos veranos haciendo los asados en los campamentos de Rocha, para agasajar a los cordobeses que nunca faltaban. Uno de ellos me enseñó a abrir las botellas con el filo de un encendedor.
El día que, finalmente, me decidí a aprender a manejar, mi amiga Lola sentenció: “Yo te voy a enseñar a manejar como mi hermano me enseñó a mi: como manejan los hombres! Nadie te va a mandar a lavar los platos si yo puedo evitarlo!”
Fue así que deslumbré a mi novio, aquel día que arranqué su auto sin batería mientras él lo empujaba: manejando como un hombre.

Y vaya si he tratado de ser una señorita y luego una señora, pero qué mal me ha salido!
Con decirles que mis hijas y sus amigos se divierten conmigo cuando jugamos al fútbol, a los autitos o a las carreras…soy un bodrio con las Barbies! (NdeR: lo más “femenino” a lo que jugamos con las peques es a dibujar y a una especie de hockey con escobas y pelota de handball…)

El colmo lo protagonizó uno de mis Trotamigotes en la previa de la Nike 2009.
Cuando la charla que sosteníamos junto a otros varones se volvió netamente masculina, ofrecí retirarme para que hablaran libremente.
“Pero Elba! Si vos sos como un amigo con te*as!!!”
Y no es el primer hombre que me lo dice, y no sólo lo he escuchado de amigos…

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DUDE (LOOKS LIKE A LADY) - Aerosmith

Vale cantar. Canciones de Axel o de Montaner...canciones para chicas! Capaz que me cargo "Déjame intentar" de Carlos Mata en el Ipod y me motivo para trotear unos km el domingo...uh! No! Es el Clásico!!!

Buen finde y buenas corridas para todos.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Y yo que estaba tan tranquila durmiendo la siesta!

La frase que titula no es de mi autoría: la escuché hace un par de días y era literal.
A mi enseguida me surgió una interpretación mucho más ridícula, retorcida y pseudoprofunda: de algún modo, hasta hace un tiempo yo también venía durmiendo la siesta.
Fue así que, a mi modo, estuve de acuerdo con mi contraparte y repliqué: "Psé...yo también estaba muy tranquila durmiendo la siesta".
Abrí un ojo. Luego el otro. Con una modorra de proporciones y un malhumor considerable, me despegué de la almohada. Me lavé la cara y los dientes. Me inspeccioné la cara en el espejo, una aterradora experiencia.
Me guste o no me guste, estoy despierta. Y me termino alegrando, pese a lo cómodo que hubiera sido seguir durmiendo.
La siesta se terminó.
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OTRA siesta que se termina, es la de los championes!
Desde Melo, donde tantas cosas suceden, una vez más Elba Reel se las verá con el asfalto.
Vuelvo a correr...
El circuito de votación queda de paso, cumpliré con el deber ciudadano en short y championes.
Y con los Peas a todo trapo en el Ipod:

LET'S GET IT STARTED - Black Eyed Peas

Vale cantar. Yo pienso hacerlo de principio a fin del circuito...recuerden que en Melo corro por una ruta tan concurrida como el Atacama...y con similar temperatura!

Buen finde, buenas corridas y buen balotage para todos. Que Dios nos pille confesados, como dicen en España...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Ser ó no ser

Una de las cosas que más me gustan, que más disfruto y que definitivamente, me hace vivir es sorprenderme.
No deja de ser sorprendente, justamente, ya que tengo una tendencia cuasi patológica a planificarlo todo.
Sin embargo, cuando El Orden Natural hace de las suyas, por un lado siento que se me cae la estantería y por otro, me siento sumamente motivada por ese repentino giro.
Será porque me gusta eso de resolver sobre la marcha, será porque siempre mis planes deshechos se convirtieron en mejores destinos de lo que yo había pensado para ellos.
De ahí que desde hace tiempo una de mis frases más repetidas sea “vamos viendo”.
Adaptación pura.

Como sea, sorprenderme cada vez es más difícil y por eso es tan alucinante cuando pasa.
Será porque me estoy poniendo vieja y ya he visto unas cuantas cosas.
Será porque muchas cosas amagan a ser diferentes y son muy pareciditas entre sí…

Hay algo que alguna vez hayan querido ser? Ok, piensen en eso. Yo, por ejemplo, cuando era niña quería ser La Mujer Maravilla (NdeR: ahora de grande también, aunque por diferentes motivos).
Listo? Ahora imaginen que un día, un momento cualquiera, sostienen el siguiente diálogo con una persona a la que acaban de conocer:
Persona: Pero vos sos la Mujer Maravilla!
Elba Reel: Mmmmmno…no soy.
P: En serio?
ER: Sip, en serio.
P: Qué cosa! Estaba segura de que eras La Mujer Maravilla! Bueno, cuando te vi me pareció…

Sorprendidos?
Yo sí.
Y qué tal si les dijera que hace ya unos meses, otra persona igualmente desconocida me dijo algo similar?

Será que proyectamos sutilmente los que sentimos y los más observadores lo cazan en el aire?
Será que tengo mucho más de la La Mujer Maravilla de lo que yo misma quiero reconocer?

Me gusta creer en la opción 2. Permiso, me retiro a disfrutarlo.

I WAS MADE FOR LOVINYOUKiss

Vale cantar. Les debía el Bonus Track del viernes, no? Ah, sí…
Para los que fueron hechos para algo y se las arreglan para torcer el destino ó para disfrutarlo.
Y para los que estén corriendo con un poco más de disciplina que yo, que ando de-sas-tro-sa...
Es un precioso tema para trotear.

Buena semana y buenas corridas para todos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El que quiera pescado...que se moje?

"Si después de conocerme bien sigue diciendo que es mi amigo, es uno de los buenos", decía Kurt.

“Todos tenemos días difíciles”, frase remanida si las hay.
La mayoría de nosotros la hemos dicho y/o la hemos escuchado.
Hay días en que el mundo nos parece intolerable y hay días en que cada átomo del mundo parece volvérsenos en contra.
Pero, a mi modesto parecer, los peores días son aquellos en los que ni yo me banco.

No es falta de autoestima.
No es disconformidad.
No es histeria.
Es la desesperante constatación de un pensamiento espiral: me doy cuenta de que no me banco mi forma de resolver las cosas, que quisiera actuar diferente, que me gustaría llevar los mismos planteos por otros caminos. Pasa que ese modo de actuar es el que me permite expresarme con claridad y honestidad. “Malo, pero mío”, se podría decir.

Tonce? Qué hacer? Conservar la Mrs. Hyde de ésta Dra. Jekryll ó implementar una especie de electroshock de tolerancia, planteos con voz pausada e intercambios de los que todos salimos fortalecidos?

Soy impulsiva.
Soy cabrona.
Soy discutidora (NdeR: agárrense si llego a estar convencida de que tengo razón!).
Yo soy así.
Pero no soy rencorosa ni busco ser hiriente (NdeR: me voy a anotar un par de porotos, así no los espanto tanto…).
Soy así. Los que me conocen, saben que soy así.
Los que saben que soy así y se quedan espontáneamente, saben a lo que se exponen.

Tonce? Qué hacer? Me parapeto en el entendido de que están avisados, así que si no les gusta, jod*erse?
Es una opción. Era una opción, bah.
Quizás, porque nunca antes había visto que puedo herir mucho. Aún sin intención, aún teniendo razón…

Una de las tareas más duras y fundamentales que tienen los amigos es la de mostrarnos nuestras miserias. Nadie se expone a un trabajo tan insalubre si no es por lo que le importamos. Y, encima, ni remunerado está.
Cada vez que un amigo me enseña algo, siento que crezco.
Cada vez que un amigo me muestra mi lado malo, me ayuda a ser mejor persona.

Que para eso estamos acá, si mal no recuerdo: para aprender en base a equivocarnos.

Así, pues…tendrán que seguirse mojando, amigos míos.
Pero intentaré que no sea hasta el cuello!

Perdón y gracias.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Fiebre amarilla y otras enfermedades

No me digan nada: esperan encontrar uno de mis interminables relatos de carrera.

Y sí: ameritaría.

Se corrió la Nike 10k, la favorita de la dueña de casa. Hasta participó en un simulacro con sus amigotes de corridas para familiarizarse con el nuevo recorrido.

Le contó a quien quiso escucharla que era su aniversario en esto del running.

Publicó en Facebook que su tiempo fue de 00:56:29, después de todo lo que luchó por vencer los 10k en menos de una hora (NdeR: ya lo había conseguido en primera instancia en la Reebok 2009, pero aquí el recorrido era más exigente).

Y sin embargo...no hay race report.

Motivos? Se van a reír...

Todo comenzó en la 7k BBVA. Allí digamos que fue la primera vez que "sufrí" en una carrera en pos de un objetivo de tiempo. No me malentiendan: en carreras anteriores me esforcé mucho, pero no fue hasta después de mi Maratón en que le perdí el miedo a la exigencia, a llevar el cuerpo cerca del límite.

Así, pues, usé una carrera corta como la BBVA para testearme. Y no me fue mal.

Luego probé suerte en la Reebok. El ansiado objetivo se logró y ahora (claro está) no descansaré hasta detener el crono en 55 minutos. Y luego de que lo consiga, voy a querer llegar en 54 y así...

Esto plantea un nuevo escenario, que no concienticé hasta la Nike: voy TAN metida en la carrera, tan focalizada en mi paso, en el control de la respiración y en mantener la mente motivada, que me pierdo gran parte de las cosas que pasan "afuera" y que nutrían mis relatos.

Si les tengo que narrar mi carrera, sería una sucesión de "no pierdas el paso", "vas bien, vas bien, respirá que ya te recuperás", "ya lo hiciste, ya sabés como es, dale. Dale, car*jo!". Todo eso, matizado con "Vamos, Elba, vamos!" que me llegaba de al lado. Paso a paso, en cada km de la carrera.

También debo confesar que no estoy entrenando como debería. Eso me tiene conflictuada.

El dicho popular dice "la plata llama a la plata", no sé si existe alguno similar referido al trabajo...

Lo cierto es que tengo varios compromisos gustosamente asumidos y que se llevan gran parte de mi tiempo.

A esto se suma el hecho de que carezco de autodisciplina. Me explico: si no tengo el plan pegado en la puerta de la heladera, hago cualquier desastre. Si no tengo un objetivo claro en vista, soy una desprolija.

Por suerte, existe el Coach. Que se negó a correr la Nike, pero que fue a alentar a sus discípulos al querido Trotamojón del km 8. Y llamó para saber como habíamos llegado, y también escuchó mis lamentos y me está preparando un plan para emprolijarme y llevarme decentemente hasta el 19 de diciembre.

Allí, la San Felipe y Santiago me pondrá otra vez frente al desafío de correr 10k con la cuesta de Coimbra de por medio.

Estaré ante el inicio de una nueva etapa en mi vida de runner?
Nuevas sensaciones que merecerán ser contadas?
Y bué...como viene la mano, lo raro sería que ALGO permaneciera como estaba!

SHE'S A SENSATION - Ramones

Vale cantar. Aunque me espere un fin de semana a puro laburo, o tal vez por eso mismo, tengo ganas de cantar.

Buen finde y buenas corridas para todos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Alta fidelidad

Empecé releyendo el post anterior. O sea, sé lo que dije.
Pasa que hoy pasé por e punto de llegada.
Pasa que hoy hablé con varios de los Trotamigotes con los que correré mañana.
Pasa que hoy me dí cuenta de que es un día especial.

Señoras y señores: a las 19:30 estaremos largando la Nike 10k.
YA SÉ! Ya sé que ni me gusta ni me motiva el recorrido (NdeR: bien lo apuntaba H en su comentario dejado en el post anterior, y adhiero).

Pero es amor...
Inexplicable e irracional, como buen amor que es!
Digamos que es ese primer amor inolvidable! Al menos, si hablamos de running.
Otra vez de amarillo, otra vez corriendo otra Nike.

Así las cosas, voy dejando mis propios prejuicios de lado. El simulacro no fue alentador, pero la carrera ES la carrera...quien les dice...aunque a estas horas, me convendría estar descansando, no??? Y bue...

Prometí Bonus Track y ya ví al menos dos que se quedaron esperándolo.

Y ya que andamos desechando prejucios, vean el recomendado de hoy.
Para correr, de luxe. Capaz que si lo escucho en la radio cambio de emisora...o no, quien sabe!

Me enamora - Juanes

Vale cantar. Sobretodo, en ese repecho hijoeunagranputa que tenemos de arranque.
El lunes les cuento quien pudo con quien.

Buen finde y buena Nike para todos. Buen correaniversario para mi.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El Gran Simulador

Oh yes, I'm The Great Pretender/pretending that I'm doing well/



El feriado del 2 de noviembre era la perfecta excusa para el clásico Trotasimulacro de la Nike 10k.
La cosa pintaba poco concurrida...y fue así, nomás. Es que había que tener ganas de correr el lunes, con esa humedad irrespirable y toda la modorra del finde largo.
Pero los que estábamos, estábamos con ganas: H, Alexis, Nelson, Matute, Duke y yo.


Como ya es mi sello personal, llegué tarde a la cita en la llegada del recorrido. Allí dejaríamos los autos, nos amucharíamos en la camioneta de Alexis, llegaríamos a la largada y a correr...hasta los autos!
Una vez absorbidos los insultos hacia mi impuntualidad, emprendimos viaje.


Si a nosotros nos parecía raro estar disfrazados de corredores en plena Avenida del Libertador un feriado a la tardecita, imaginen las caras de los escasos transeúntes...un poema.
Lo cierto es que vencimos la vergüencita y arrancamos a descubrir el nuevo recorrido de La Pipa.


Horroroso...


El repecho previo a 18 de Julio es un auténtico comepiernas, sumado a lo poco motivante del tramo céntrico...llegué a la Rambla completamente frustrada, con ganas de parar a tomar agua y un taxi.
El tramo Rambla es terreno más que conocido, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.

Cansada, con poco aire, decepcionada y sin más motivación que el buen rato que se pasa entre amigos, me fui quedando hasta "arañar" la meta pasada la hora de trote.
Todos acusaron el cansancio, excepto Duke. Calculamos que sería por las cinco milanesas que admitió haber almorzado. Un claro indicador de la razón que le asiste a Matute cuando dice que Duke está "a otro nivel": un humano promedio hubiera muerto corriendo después de semejante ingesta.


Ya sabemos que los días de carrera tienen "ese qué sé yo" que no se compara con un entrenamiento. Ya sabemos que el pronóstico del tiempo es alentador en comparación a la semana pasada.
Sin embargo, no quiero hacerme grandes expectativas con "mi" carrera de este año.


Me queda esa alegría de estar cumpliendo un nuevo aniversario en esto de correr y el placer de compartir otros 10k con el Troterío. Del reloj, me parece que esta vez me olvido.
Será cuestión de cargar bien el Ipod y disfrutar de la compañía...
Una ola de 8000 camisetas amarillas no te lleva todos los días por las calles de Montevideo...


Nos vemos el viernes para el Bonus Track...y vaya si tendré que elegirlo cuidadosamente!
Va a ser imprescindible!

sábado, 31 de octubre de 2009

Por que sí! Por qué no?

Hacía tiempo que quería renovarle la carucha a Fiate...
El tema era que la plantilla de mis sueños no aparecía, o que a duras penas lograba hacerme tiempo para actualizar el propio blog...mire si me iba a poner a buscar plantillas!!!

Luego, la plantilla tan ansiada apareció. Buscando otra cosa, digamos que ella me encontró a mi.
Ahí pensé: "bue...ya que estamos, esperemos a enero y renovamos con la excusa del primer aniversario de Fiate".

Hoy me levanté pensando diferente.
No voy a esperar para darme el gusto.
Tenía ganas.
Lo que no pude fue terminar de agregarle componentes, como la lista de links que está incompleta. Prometo ocuparme a la brevedad.

Espero que les guste.
En un blog donde los vaivenes son casi un leit motiv, esa imagen anquilosada era (por lo menos) un contrasentido!

Hasta la próxima.

viernes, 30 de octubre de 2009

La lluvia cae sobre Montevideo...

...como se disfruta correr por Montevideo con lluvia.


El lunes tenemos simulacro de la Nike 10k con el Troterío. Llueva o truene. Vamos a ver si alguno se lleva este Bonus Track en la playlist...

Buen finde y buenas corridas para todos.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Soltate y gritá fuerte, que viene la bajada


No vayan a creer que lo mío es andar dejando hijos abandonados por ahí.
No, señores.
Fiate es casi un tercer hijo, pero como no grita ni llora ni demanda, se ve a menudo desplazado por otros componentes de la vida de Mamá Elba. En especial, sus hermanas mayores.
Sin embargo, no fueron las niñas en este caso.

Mi repentina desaparición se debe a una buena noticia: he vuelto a trabajar.
Y ha sido un cúmulo de agradables sorpresas: no sólo estoy disfrutando mucho de haber vuelto "al ruedo", sino que me sorprendí con la rapidez y fluidez con que se dio todo el proceso.
"Sacudiste el currículum para que se secara la tinta de la impresora y ya te estaban llamando!!!", según mi hermana.

Lo cierto es que, a instancias de mi buena amiga Lola, lo que parecía de "difícil" a "poco probable" se convirtió en "real e inmediato": un buen trabajo, dentro de mi rubro, en un horario compatible con mis otros roles y en un lugar con posibilidades de crecimiento.
Qué más pedir? Nada, sólo agradecer.

El detalle era que mi lugar físico de trabajo todavía está "en construcción", y durante estas últimas semanas (entre las entrevistas, la confirmación del cargo y el inicio de las actividades) estuve bastante offline.
Adaptándome a la nueva realidad. Y adaptando a toda la familia.

Ya en pleno acomode, también apareció la solución mi problema de conexión con el cibermundo. Otra cosa para agradecer: tener cerca tan buenos amigos, que no escatiman recursos a la hora de ayudarme.

No ha sido un proceso sencillo, pero es muy disfrutable.
Y no es más que la constatación de lo que planteábamos en algún posteo reciente, acerca de esas subidas y bajadas que enfrentamos constantemente. Como si de una montaña rusa se tratara.

En esta suerte de "bajada" donde las cosas están fluyendo de manera positiva, vale compartir con ustedes "una buena", por todo el ánimo que me han dado cuando he sentido que el carro se me va quedando en alguna subida...

Gracias.

(ya sin excusas, espero estar retomando nuestra vieja buena costumbre de Bonus Track los viernes, sumado a todo el carrerío que tenemos por delante. Incluyendo la Nike, que ya se viene y es mi aniversario en esta locura de correr y correr...)

miércoles, 7 de octubre de 2009

Tres de Tres: Race Report Salomon Salto del Penitente

(Elba Reel y el Arroyo del Penitente: dos viejos amigos se vuelven a encontrar)

Empecemos por el principio, como se debe.
Cuándo decidí correr esta Salomon?
Si mal no recuerdo, fue enseguida de que el Dr. Hielo me prohibió volver a correr una carrera aventura en mi vida. A la vista estaba lo que la Sierra de las Ánimas había hecho con mi rodilla.
“Y para qué consultás al médico, si después no le das bola?”, preguntó el Pingüino con su habitual agudeza.
“En realidad, me dijo ‘No más maratones por este año, no más carreras aventura nunca más’. O sea, le hago caso en 1 de 2, no está TAN mal!”, respondí.

Y bueno! El circuito no iba a ser tan duro (NdeR: salvo que uno vaya a hacer el París-Dakkar a gamba, no existe circuito más duro que el de la Sierra!!!).
Mi rodilla estaba 100% recuperada y yo no había corrido una maratón la semana anterior, como sucedió con la Sierra…
Y la idea era ir a pasearla, sacar lindas fotos, pasar un buen rato con mis amigotes y cumplir el 2º objetivo del 2009: completar las 3 Salomon.
O sea, era una desobediencia con criterio ó, al menos, con un motivo válido.

Allá salimos a armar el grupete, cosa de abaratar la inscripción con el promocionado “pagan 5 y corren 6”.
Lo divertido es que uno ahorra en la inscripción y el día de retiro del kit seguro sale con algún “chiche” en una bolsa.
La última vez, me fui con un gorro. Pero esta vez me discipliné.
Retiré los kits sin gastar extra. Nuevamente salí desilusionada, porque la remera es TAN grande y masculina que terminará en el fondo del placard y no corriendo por la Rambla conmigo…en fin.

Llamadas y sms iban y venían coordinando la excursión dominical.
Parecía que Duke iba a llegar al Penitente al estilo Marajá, rodeado de su harém.
A último momento, el mujererío se dispersó y quedé yo sola.
Sola, es un decir. Ya le había avisado, pero el pobre Duke no pudo ocultar su asombro cuando me vió bajar del ascensor con un cargamento tan abultado como el que hubiera llevado alguien normal para el Cruce de los Andes.
“Te mudás?”, se le leía en la cara, pero el Duke no hizo ningún comentario.
Allá subimos el soporte de bici de los Panther (NdeR: prestado para mi frustrado intento de convertirme en duatlonista), la mochila con ropa para cambiarme, la camelbag, el kit de Marce, la bolsa con el Combo Pingüino para desayunar en el camino y la torta de cumpleaños de Panther. Repito: le había avisado antes…

Partimos rumbo a Lavalleja, medio desacomodados por el cambio de hora oficial que nos había restado una hora de sueño.
Además de eso, a mi se me había pasado la hora dejando todo listo para la excursión, por lo que tampoco me había acostado temprano.
El viaje transcurrió tranquilo, con varias “paradas técnicas” en cuanta estación encontramos. Parece que piloto y copilota nos habíamos tomado en serio el tema de la hidratación pre competencia.
En el medio, llamadas con el Panthermóvil y Harley Chilenson para coordinar un encuentro en ruta que nunca pudimos concretar.

El Duke había impreso prolijamente el mapa de acceso al Penitente, donde marcaban las dos posibles entradas.
La más lejana era la recomendada: era la que estaba en mejores condiciones.
Menos mal! Los 7km que separaban la ruta del acceso al Penitente parecieron de rally.
Curvas cerrada, pozos, pendientes de-esas-que-te-vas-de-boca…
Pero el piloto no se amedrentó y llegamos en buenas condiciones al estacionamiento que se había armado a unos cuantos metros de la largada.

Llamadas para ubicar al resto. Marce ya estaba junto al arco de largada, esperando su kit. Los demás hicimos punto de encuentro en el Dukemóvil.
Besos de feliz cumpleaños a Panther. Anécdotas de la carrera de Las Piedras con Trota Chill Out post competencia, cortesía de los locatarios.
Arrancamos con los preparativos, mientras aparece el Colo, que había madrugado para ir a acompañarnos. “Por algo soy el Colo de la gente”, dijo.

Detecto problemas: la f*cking camelbag tiene la bolsa pinchada. Por suerte, el Clight Hidrade no llega a la cámara de fotos. Uffff.
Elimino la bolsa y decido confiar en la abundancia de los puestos de hidratación. Mochilita a la espalda y me ajusto las correas solita, pa’ los que desconfían de mi motricidad.
Los varones del equipo arrancan campo adentro para el consabido pis pre carrera.
Ale P y yo nos miramos…por qué nosotras tenemos que hacer la fila para el baño???
“Vos tapame que yo te tapo a vos”, le dije mientras buscábamos un arbusto discreto.
La pobre Ale revoloteaba alrededor del arbusto, ya que los cazadores de baños agrestes no paraban de pasar mientras yo intentaba concentrarme en la tarea (NdeR: la experiencia de un Pilsen Rock y dos partos reducen sensiblemente el pudor humano en relación al tema).
Solucionado el particular, nos reunimos con el resto y arrancamos cuesta abajo, rumbo a la largada.

Mucho movimiento, muchos corredores y muchos acompañantes.
No hubo nadie del grupete que no parara a saludar a amigos y conocidos. Una especie de “efecto Coach” generalizado: no avanzábamos un metro sin abrazarnos a los gritos con alguien.
Entre tantos, justo nos volvemos a cruzar con Miguel de Rochaventura. Esta vez, fui yo quien lo saludó ya que “sin la remera oficial no te reconocí!”, me dijo.
“Negraaaa!!!”, escucho. No podía ser otra: mi amigota Lola y su equipete de Saladas se preparaban para largar. Con la cámara en una mano y su perro Tai en la otra (NdeR: sí, el perro de Lola cabe en una mano femenina promedio), registraba la previa de la carrera.
Siempre presente en las carreras aventura, Ariel B también se acercó a saludar. Desde mi maratón que nos veíamos!
Encontramos a Marce y le entrego el kit. Arrancamos con la sesión de fotos y los estiramientos.
El arco que tenemos al lado es el de la llegada, parece que la largada es campo adentro.
La caminata hacia el lugar oficia de calentamiento.
A esas alturas, ya perdimos a Chile. Los demás logramos juntarnos y hacer el choque de manos tradicional.
Casi no terminamos de decir “buena carrera”, que vimos a los de adelante salir desaforados y los seguimos.

A pocos metros, ya había que meter los pies en el agua. Claro, si uno era un poco menos atropellado que quien suscribe, había chance de mantener los championes secos un rato más.
Pero no.
La bestia se mandó como vino y los Pegasus se perdieron bajo una gruesa capa de barro.
El recorrido seguía por pasto hasta el km 3, aproximadamente.
Allí, el primer puesto de hidratación también era el mojón donde se separaban las carreras: endurance tomaba a la izquierda, short hacia la derecha.
Me dio pena que Ale no siguiera con nosotros. Tenía sentido que se cuidara (NdeR: había corrido la 10k de Las Piedras el día anterior y a la noche tenía el festejo de cumple de Panther), pero hubiera estado divertido correrla juntas. 2010 nos dará revancha!
Así que quedamos Duke y yo.
Ya había avisado que mi idea era “pasear”, pero no imaginé que llevaría TAN a la práctica mi afirmación.
Arrancó allí un auténtico desafío para la psiquis de esta corredora-mediopelo-promedio: vencer el combo trecho embolante+interminables pendientes+salado viento en contra.
Hasta el km 10, el recorrido podía reproducirse en laboratorio. Usted necesitará una cinta de correr, una televisión, un reproductor de DVD y una filmación de un campo atravesado por un camino de balastro, en formato compatible con el reproductor.
Listo?
Bueno. Coloque el DVD en el reproductor y encienda la tele. Programe la cinta con una inclinación de 20º. Súbase y empiece a correr, siempre mirando la filmación en la tele.
Una cosa así, pero sumándole un viento frontal de la chadelalora!

Iba TAN arrastrando las patas, que me daba cuenta de lo mal que estaba pisando y el temor por mi rodilla revivió.
Duke me esperaba, el pobre ya se había resignado y aprovechaba a sacar fotos.
No hubo manera de convencerlo de que siguiera, así que le puse un poco de empeño para remontar un poco el tiempo, porque de verdad que era más lo que estaba caminando que lo que corría.
Pero el camino no daba tregua y la rodilla empezó a molestar. “Nooooooo!!! No puede estar pasandoooo!!!” pensaba yo, aunque el dolor era más bien en la parte interna y no sobre la rótula como la vez anterior.
Igual, no iba a arriesgar NADA y le señalé a Duke que iba a seguir caminado, porque estaba dolorida.
Casi al mismo tiempo, apareció la alfombra de control de los 10k y enseguida salíamos del balastro para entrar al campo (y a la bajada!!)

El cambio de dirección era bastante brusco, así que el tema del viento también mejoró.
Sumado al pastito y la bajada, me sentí con fuerza para apretar el paso y la rodilla dejó de molestar.
Ahí recuperamos bastante y también nos motivamos con el paisaje, que en verdad era espectacular en ese tramo.
Más fotos y la consiguiente pérdida de posiciones que habíamos recobrado. No importaba. Valía la pena olvidarse de la carrera y del crono para disfrutar de lo que veía.
Hermoso como la Sierra, pero mucho más apacible.
Se respiraba una especie de armonía muy particular, algo similar a cuando les contaba aquella corrida en las afueras de Melo, donde el paisaje parecía “cantar”.
Aquí pasaba algo de eso.

El Arroyo del Penitente pasaba como un hilito por el recorrido. Yo tomé de su agua por primera vez hace como 15 años, y casi no recordaba la última vez que lo había hecho.
Pero me acordaba de que era el agua más deliciosa que había probado.
No me quise privar de renovar esa comunión con ese lugar que tanto me gusta, y paré sobre las piedras para llevarme un poco del Penitente otra vez.

“Como un hilito”, dije? JA! Al rato de seguir troteando por la bajada, nos encontramos de cara al arroyo…al PROPIO arroyo!
No pude evitar recordar el porrazo en la primera Salomon, así que no objeté nada cuando Duke me agarró la mano para cruzar, como si de una octogenaria se tratara.
“Te das cuenta las cosas que tengo que hacer para agarrar de la mano a tu marido”, le había gritado a Ale B en aquella oportunidad. El Popoto había venido en mi auxilio cuando me reventé contra la roca.
Salimos ilesos y seguimos camino, con los championes crujiendo.

Más campo y más bajada. El GPS de Duke decía que la llegada estaba muy próxima.
Pero faltaba algo. El murmullo de los corredores que venían adelante presagiaba algo bravo.
Una pendiente de unos 200 mts cortaba nuestro apacible recorrido de pastito y piedras.
Un “camino de hormigas” con camisetas azules se destacaba a lo lejos sobre esa cuesta.
Parecía más grave de lo que era: a diferencia de las Ánimas, la subida era bastante accesible dado que no era tan empinada. Y había casi una escalera formada por piedras, lo que facilitaba enormemente la tarea.
La llegada a la cima ameritaba un parate para disfrutar de la vista.
Era realmente emocionante. Lejos quedaba cualquier pena o cualquier preocupación. Aquel lugar estaba en perfecto balance. Y yo estaba conectada con esa perfección en ese momento.
(ADVERTENCIA: el siguiente será el “Párrafo Paloma” de todos los reporte de Elba Reel. Si Ud. es alérgico/a a los lugares comunes y a la sensiblería barata, consulte a su médico antes de seguir leyendo).

Me saqué los auriculares.
Todo estaba TAN en orden. Me acordé del disco de Buceo Invisible: “cierro los ojos y todo respira”. Y todo parecía respirar a mi ritmo. O yo al suyo.
Miré hacia el otro lado.
Banderas de Salomon y el arco de llegada se veían desde una increíble perspectiva.
Era todo parte de lo mismo: sólo había que dejarse llevar por la bajada, y la tercera Salomon estaría cumplida.
Busqué una linda canción. Ni motivante, ni cool, ni que me marcara un buen ritmo.
Sólo una linda canción. Y allá fuimos.
Pisé la alfombra en 02:18. Saludo con Duke y con el resto del Troterío.
Misión cumplida. 3 de 3.
Me puse a recordar todo lo que me había llevado hasta allí. Como fue que decidí correr una carrera aventura, y como corrí la siguiente.
Siempre digo que hay carreras que siempre quiero correr. La Salomon se ganó un lugar entre esas.

Y después, qué? A comer, obvio!!! Saben el hambre que juntamos en 18km?!?!? Y eso que el puesto de Gatorade y frutas estaba de lo más abastecido.
Pero había tortas caseras en el auto y un cumpleaños para celebrar.

Hace un par de días recibí mail de la organización. Hacían una breve reseña de las repercusiones de la carrera y los resultados. Pero lo más interesante: avisaban que ya están laburando para la serie 2010…
Con qué lugares alucinantes tengo que empezar a soñar???

…………………………………………………………………………………………….
FELICITACIONES a Jorge y toda la gente de SUCA, por otra carrera que se disfrutó muchísimo.
Era realmente muy difícil bajar las expectativas después de la Sierra.
A nivel de recorrido, creo que el anterior fue muy superior. Pero la organización fue impecable en el Penitente. Hasta esos primeros 10k torturantes fueron un gran desafío!
Nos vemos en la próxima.

sábado, 3 de octubre de 2009

Tomálo como de quien viene


Hace unos días atrás sostuve un intercambio acerca de conversaciones y vínculos.
Me explico un poco: el tema salió a raíz de la hora de la cena y las charlas que se dan o no en ese momento.
Mi contraparte sostenía que era normal quedarse sin tema, que no había que alarmarse si uno se quedaba callado mirando el fondo del plato y no la cara de su pareja, por ejemplo.
Yo digo que no es así (NdeR: no voy a referirme a las charlas con los hijos, ya que dadas las edades de las mías, aún no tengo experiencia al respecto).
Y no digo que, con tal de mantener una conversación, haya que hablar del tiempo (NdeR: pocas cosas me ponen de peor humor que me hablen del clima, sobretodo si el que habla es el taxista que me está llevando).
Lo que yo digo (y esto es absolutamente personal y discutible) es que el interés de la charla no reside en el tema en sí, sino en QUIEN lo dice.
Y a mi me pasa que las cosas más triviales se vuelven fascinantes en boca de alguien interesante. Puede ser mi hermana, mi pareja, mis amigos…no importa: si el que habla es interesante, sus dichos tienen altas probabilidades de serlo también.
Es una de las mil formas en que yo creo que se construyen los vínculos.
Es ese “ser compañero”, ese disfrutar de compartir con el otro. Lo que se comparte es anecdótico, porque el verdadero placer reside en compartirlo con “ese” alguien.
Puede ser un gran programa para uno, otra vez será algo importantísimo para el otro…pero “el hecho” no deja de ser una buena excusa para pasar el tiempo al lado de alguien que hace que la vida sea fabulosa.
He comprobado que tener cosas en común estrecha lazos, pero…es menos válido compartir algo que no se tiene en común? ELEGIR hacer algo por el gusto de estar con alguien? Dejarse “convencer” de asistir a un evento o actividad porque sabemos lo importante que es para “el otro”?
No, no es menos válido.
Por eso no creo en esos silencios vacíos. Hay silencios que son necesarios, en la soledad de la meditación y también en compañía, pero son silencios que expresan mucho, que se acompañan de gestos o miradas. Y que no necesitan ser llenados a prepo con palabras: hasta da pena romperlos.
Compartir lo banal y lo trascendente con alguien que elegimos…pasar la vida con alguien que elegimos…casi nada.
A propósito, no mencioné que correr siempre me pareció un bodrio, hasta que mi querida amiga Pilar me dijo que no había nada mejor para sacarse el kilaje post parto.
“Pero yo detesto correr!”, le dije. “Y bueno – replicó – corré un par de meses, bajá los kilos que quieras y no corras nunca más!”
Mirá donde terminamos, Pili

Every breath you take - The Police

Vale cantar. Yo me la llevo al Penitente, el domingo corremos la Salomon.
Entre el lunes y el viernes (con suerte!) vuelvo con el race report y alguna otra reflexión chota para aburrirlos como hoy...

Buen finde y buenas corridas para todos.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Nuevo PR en 7k BBVA o El Equilibrio del Mundo

Para cualquier corredor, la primera carrera de la temporada es un hito.
Entendámonos: para cualquier corredor de-los-que-corren-de-veras, el inicio de temporada generalmente coincide con el inicio del Campeonato de la AAU, por ejemplo.
Para una corredora medio pelo como yo, el Paraíso en la Tierra viene siendo la “zafra” de carreras populares o comerciales.
Este año, todo comienza con la 7k BBVA. Corrí la primera edición, en 2007, me salteé la de 2008 - por estar en pleno puerperio – y estaba pidiendo revancha para el 2009.

Así pues, el domingo 20 a las 11:00 largaba la 7k y allí estaba yo, con el objetivo de bajar los 48:08 obtenidos en la Perrin 2007 y que constituían mi mejor (¿) tiempo en 7k. “Entrando antes de los 45:00, toy conforme”, le había dicho a H hacía unos días.
Tas loca?!?!? Por lo menos, tenés que estar entrando antes de los 42:00. Tuviste entrenamientos mejores que ese tiempo, vas a poder”, me contestó con envidiable convicción.
Hice la interminable cola para la última “parada técnica” en los baños, mientras miraba a todos lados esperando ver a H. Increíble desencontrarnos justo allí: la largada coincidía con el Cuartel General de Trotamundos: el mojón del 8.
Aproveché el lento movimiento de los baños para hacer los estiramientos correspondientes.
Lo cierto es que la hora se aproximaba, H no aparecía y mis esperanzas de enganchar a los Trotalongrunners que iban por 30k, cada vez eran menores.
Tampoco encontraba a Butiacero, quien se suponía que también iba a estar…

Sola y concentrada, decidí arrancar con la entrada en calor.
Por allí me encontré al Colo, quien me avisó que los Trotalongrunners estaban allí cerca refrescándose antes de salir por los 7k que les haría completar el entrenamiento.
Trato de ubicarlos, pero sin éxito. Aprovecho entonces para ubicarme yo misma, pero en el corralón de largada, ya que estamos sobre la hora.
Playlist de Rock en boca, cuenta regresiva…laaargaronnnn!!!

Trato de no salir muy a la disparada: conocida es mi tendencia a “morirme” a medio camino.
Pero las experiencias anteriores en busca de velocidad tampoco fueron buenas arrancando tranqui y acelerando al final. O en el medio. O en ninguna parte: no sé acelerar!
Así que fui al paso que me salió, que era bastante más enérgico del que suelo llevar, pero se soportaba.
El día era inmejorable para correr: temperatura óptima y ausencia de viento.
El circuito variaba este año: tradicionalmente, salió desde Ciudad Vieja y hacía toda la Rambla hasta Trouville. Esta vez, largada y llegada eran el mismo punto (Trouville), bordeando las Canteras del Parque Rodó.
El único y bien abastecido puesto de hidratación estaba, justamente, bajo el puente de las Canteras. Metros antes había alcanzado a H y (tras breve intercambio) le señalé que siguiera a su paso, incapaz de seguirla a esas alturas.
El refrescón de agua en la nuca (más lo poco que pude tomar sobre la marcha) me renovó la energía, aunque ya no traía el mismo paso de la primera mitad.
Igual, iba concentradísima en no bajar el paso más que lo imprescindible para no morir de un paro cardiorrespiratorio.
El Rock ya no hacía efecto a esas alturas. Busqué rápidamente una alternativa. Hacía un par de semanas que la venía probando y venía resultando efectiva: playlist de Reaggetón.
Concentradísima, siguiendo la voz de Daddy Yankee, una voz lejana me saca de la burbuja. En realidad, la voz estaba más que cerca, pero el volumen de Ipod hacía que que escuchara como a kilómetros de distancia.
ELBAAAAAA!!! – grita la voz que viene a mis espaldas – Un abrazo a Butiaceroooo!!!”
Un corredor de vincha negra, con camiseta de la carrera (por lo que no pude identificar filiación con equipo alguno), saludaba con pulgares arriba.
Imaginé que se trataba de un lector del blog que reconoció la remera Trotamundera y pudo leer mi nombre.
No pude ni preguntarle el suyo, sólo sé que a pocos metros de la llegada me pasó expreso al grito de “Vamos, vamos!!!”.
Le respondí de igual modo, pero no tenía más resto. Saqué un mamarracho de sprint final, pero suficiente para detener el crono en 35:32.
35:32?!?!?!?!? Noooooo, no puede ser!!! El circuito estará mal medido o yo apreté mal el arranque del crono o ALGO estaba mal!
Pero no. 35:32 por mi crono, 35:34 (tiempo neto) según Kronos.
Abrazo fuerte con el Coach, al grito de “SI SERÁ BUENO EL PLAAAAAN!!!” y la respuesta que nunca se hace esperar: “Naaaahhh!!! Eso es MO-TI-VA-CIÓN!!!”

Llegada de todos los Trotalongrunners, felices de terminar su último rodaje largo antes de BA.
También encuentro a H. Increíble: llegamos con décimas de diferencia, pero no nos vimos hasta después.
Fotos y el Penguin que manda la vuelta de Gatorade. Momento feliz. La adrenalina todavía me tiene eufórica. Es mi primera carrera desde la Salomon y la lesión de la rodilla, que ahora se ve tan lejana…

Digamos que el resto del día no fue ni cerca así de alegre.
Pero es el Equilibrio del Mundo o Ley de las compensaciones.
Los chinos llevan milenios diciendo que lo único permanente es el cambio.
Bucay ha vendido miles de libros donde dice “esto también pasará”.
Yo creo que es otra vuelta más en la Montaña Rusa, de esas grandes: como la de la serie “Step by step”, que tanto me gustaba.

35:34 en 7k. Nuevo PR. Humilde, pero mío. Que me quiten lo corrido…

Lo que pasó, pasó - Daddy Yankee

Vale cantar. Bailar, también.
El domingo estaremos en el Duatlón por Amanda. "Estaremos", la Baccio (recién ajustadita) y yo.
Y atenti que el siguiente domingo ya se viene la Salomon, ya se arrima la Reebok y hoy me preinscribí para LA carrera: Nike 10k 2009 ya nos pisa los talones. Corramos rápido.

Buen finde y buenas corridas para todos.

viernes, 18 de septiembre de 2009

La Baccio corrió su 2ª 42k - Race Report de Punta del Este 2009

(El Butiá, La Baccio y Elba Reel: "La Reina" no pudo con ninguno de los tres)

“ Y te dejarán ir en el ómnibus con todo y bici?”, preguntaba Marido, preocupadísimo.
Yo llenaba la mochilita de ticholos y barras de cereal, y saltaba sobre el equipaje del bolso, para poder cerrarlo.
“Vos tranquilo”, le dije con tono de yo-sé-lo-que-te-digo.
Una ojeada general al checklist y ya estaba todo listo.

La verdad, no tenía ni idea si me iban a dejar. Había llamado al Gusano unos días antes, tratando de ver como hacer para mandar “la chiva” con alguien y yo irme tranquila en el bondi.
El tipo me resumió su modus operandis para meter (casi) de prepo las bicis en las bodegas de los desprevenidos choferes: llegar a Tres Cruces, atravesar toda la Terminal con la bici en ristre, acceder al andén correspondiente y “adornar” al chofer de turno con una propina en cuanto objetara algo.
“Te parece, Gusano?”, dudé. “OBVIO que me parece!!! Yo lo hice hasta el cansancio!!”, respondió con contagiosa convicción.

Media hora después de luchar con la bici, Marido volvió con buenas noticias: la Baccio había entrado en la camioneta.
El primer tramo del traslado estaba cubierto: desde casa a Tres Cruces, voy en la camioneta. Dejo la chiva en el estacionamiento correspondiente. Vuelvo a casa para dejarle la camioneta a Marido. Agarro el bolso y marcho de vuelta para la Terminal.
Listo.

Reviso todo por enésima vez y me voy a dormir con la misma ansiedad que tenía la noche previa a mi Maratón. Cosa ‘e locos…

Me desperté mucho antes de que sonara la alarma del celular.
Desayuné ridículamente igual a lo que suelo tomar como desayuno antes de un long run. Me percaté mientras sucedía y lo subsané regalándome un jugo de naranja, prohibido absolutamente antes de correr.

Salgo rumbo a Tres Cruces y hago la primera parte del plan sin contratiempos.
Regreso con tiempo suficiente para que Marido reinstale las sillas de las gordas en la camioneta.
Besos, deseo de buena carrera, conminaciones de que me cuide. Arribo del taxi y salgo a por la segunda parte del plan.

Me entregan la bici en el estacionamiento y arranco con las indicaciones del Gusano.
Mientras enfilo hacia el andén de COPSA, ensayo la expresión facial de “hago esto todo el tiempo”.
Paso frente al guardia de seguridad con un “Buen día!” y nadie me da voz de alto.
Ya estoy dentro de la Terminal propiamente dicha y recibo las mismas miradas que le hubieran dirigido al macaco de Roswell. Pero no soy detenida por autoridad alguna.
Sigo rauda hacia el área de andenes y la guardia de seguridad sigue respondiendo a mis saludos sin inmutarse: el Gusano no debe estar TAN errado.
Llego al andén y me siento a esperar.
No tarda en aparecer mi bus.
Me apersono al chofer en cuanto abre la primera puerta de la bodega.
Me mira con cara de horror y me “avisa” que la bici tiene que ir desarmada.
Le explico que SIEMPRE (¿?) viajo con la bici así y que NUNCA me hacen problema.
“Pasa que no entra armada, tenés que sacarle la rueda”, me dice el imbécil.
“Cuchá – le digo – ésta bici acaba de salir de la valija de una camioneta que, entera, es más chica que tu bodega!”
Y sin mucha más vuelta, le extendí el billetito que tenía a mano para la ocasión.
“Por las molestias”, le dije como toda explicación y lo dejé lidiando con la Baccio y la bodega.

Me apoltroné en mi asiento con ventanilla. En el mp3, Trotsky a un volumen que me permitió entrecerrar los ojos por algunos kilómetros…
El tráfico de sms con quienes también llegaban el sábado a PDE se hizo más frecuente.
Miro la hora…11:30 am
“Terminal de Maldonadoooo”, grita el chofer.

Reviso la Baccio recién salida de la bodega. Todo parece estar en su lugar.
Reporto mis coordenadas a mis anfitrionas y constato que quien iba a llevarme a destino viene con franco atraso.
Igual, si meter la bici en los dos vehículos anteriores fue desgastante, no quería pensar lo que sería tratar de que quepa en un auto decididamente más chico.
La dirección de mi hospedaje era relativamente cerca…como la mayoría de los lugares circunscriptos en Maldonado.
Tranquilamente podía llegar en la misma bici.
El detalle es que la permanente llovizna que traíamos desde Montevideo, había derivado en franca lluvia.
Y el bolso realmente pesaba. Y (en honor a la verdad) no tenía claro para donde agarrar.
Lo más práctico que se me ocurrió fue acercarme a un taxi, darle el bolso, indicarle la dirección y seguirlo en bici.
Por una módica suma, me ahorré cargar con el bolso y la vulnerante situación de preguntar donde car*jo estoy parada.
Llegué perfectamente, derecho a descansar un rato, mirar tele, hasta hacer una pequeña siesta. Luego me dediqué a socializar con la anfitriona, que para eso mi madre gastó tanta energía educándome.

A todo esto, ya era de tarde y había que ir al Campus.
Mi amigote Matute ya estaba refistoleando la Península y llamó a ver en que andaba.
Decidimos ir a buscar los kits que nos habían encomendado.
Había olor a Maratón por todo el Campus: corredores que iban y venían, cámaras profesionales y amateurs registrando ese vaivén…
Ahí me crucé con Tubino, con Rai y 20 o 30 más de esos conocidosdelascarreras con los que te saludás sin saber el nombre.
Dentro del Campus, un pequeño caos tenía al Gusano estresado y a Flor dirigiendo inscriptos, pre inscriptos y otras especies a los diferentes escritorios.
Saludos, charla, retiro de kits varios y más charla.
Aprovechamos a coordinar la propia pasta party en el Virazón y arrancamos rumbo al tradicional reconocimiento del recorrido.
Parece que aquel “nudo” del puente de La Barra no se repetirá este año.
De ahí, a mi base de operaciones a socializar un rato y a prepararme para la “nait”.

La cena estuvo poco concurrida, pero muy disfrutable.
Como me esperaban 42k al día siguiente, opté por el aporte en carbohidratos de unos raviolones de calabaza.
Como no me tocaba correrlos, me asocié al Cabernet Sauvignon que pidieron Barba y Caro!
Vuelta temprano: había que madrugar y convenía descansar tanto como fuera posible.

La alarma del celular sonó y costó despegarme de la cama.
Así y todo, el deber llamaba y arranqué con ímpetu rumbo a la ducha, a ver si lograba el milagro de despertar del todo.
El resto de la gente hacía lo propio: baño y desayuno.
Decidí que un poco de música suave nos haría entrar en clima y arranqué con Trotsky, sin recibir reprobación alguna.
Vestimenta con piloto automático, mochila preparada de la noche previa…faltaba la bici y estaba. Tarde, pero estaba.
Lo más preocupante era que yo tenía el kit de Julito, por lo que tenía que llegar temprano sí o sí.
Saco la Baccio y recuerdo que había postergado un detalle: inflar la bici.
No había tiempo, así que me subí como estaba y decidí inflar mientras esperábamos la largada. Un plan excelente, de no ser por el detalle que – en mi apuro – me dejé el inflador en el bolso.
Ah, y también me había olvidado del sobreasiento de gel que había comprado especialmente para la ocasión…

(NdeR: hace varios minutos que el cursor está titilando en este renglón, mientras yo intento encontrar una alternativa a la trilladísima frase “la largada era una fiesta”. No tuve éxito, así que van a tener que disculparme el lugar común)
La largada era una fiesta.
Una concurrencia notoriamente mayor a la de las otras ediciones (al menos, las que yo vi), llenaba el lugar de maratonistas eufóricos, familiares a codazo limpio por una buena ubicación en las vallas de la largada…y ciclistas clandestinos.
Parte del Troterío ya estaba reunido cerca de la zona de largada. Los que faltaban, vamos llegando en tandas.
Veo aparecer a Julito y le entrego su kit, enseguida llega el Butiá con Betty y cara de “estoy tranquilo, no me pregunten”.
También Presi y El Perla, seguidos de cerca por Joyce y una camarita a la que pocas cosas se le escaparon.
Ya ubicado en zona de largada, Levis también se suma al grupete de Trotamaratonistas.
Le entrego el kit a Ale Panther para que corra sus 8k. Me cuenta que los TrotaHalfIron llegaron en buena forma con sus bicis, completando el objetivo de los 120 kms desde Montevideo. Reafirmo entonces mi convicción de que mis 42k en chiva distan mucho de la insanidad mental…
Los Trotalongrunners también empiezan a amucharse: Flor, Penguin, Matute, El Coach de Coaches y La Nueva. Aprovechamos a presentarnos y saludarnos con ésta última, que me da mi primera tarea como supporter: llevar la remera de manga larga que decide no usar a último momento.
Yo trato de sacar fotos. No me anda la cámara. Por suerte llevé dos, porque nunca se sabe de donde sale un fotógrafo voluntario…o cuando a la malnacida cámara se le da por quedarla!

Decido ponerme a estirar un poco, mientras el locutor anuncia que “en minutooooos” estarán largando.
Me cruzo con algunos Coyotes, entre ellos la Doc Natalia y Alpino con toda la flia.
Finalmente, después de tanto amague, pudimos saludarnos con el colega bloggero y aproveché a fotografiar al Coyoterío, muy animados ellos.

Ya van todos a zona de largada. Más fotos.
Deseo de buena carrera a todos. Quiero ensayar algo para decirles a los maratonistas. No me sale nada. Atino a un soso “los alcanzo enseguida de la largada”.
Pero los abrazo a todos.
Me voy a las vallas, a codearme con todos los demás fotógrafos. Y no en el sentido figurado del término.
Veo al Pato en primera fila. Obvio, es elite: dónde car*jo iba a estar???
Se le nota concentradísimo. En un momento, se distrae y aprovecho para gritarle.
Pulgares arriba indican que se tiene fe. Se me complica fotografiarlo, porque la señora que está delante de mí insiste en subir su cámara hasta que ingresa en el campo de la mía!!! Pero igual me doy maña.
Están por dar la largada y no puedo evitar emocionarme.
Todos los recuerdos de mi maratón pasan uno tras otro.
Trato que ese “mantra” que me acompañó a mí, les llegue a todos de tan fuerte que lo pienso: ahora, es sólo correr para adelante.
Ya están haciendo la cuenta regresiva…
Muchos llevan el pulgar al crono.
Otros se persignan.
Unos cuantos se ríen.
Yo vuelvo a pedir, como siempre, que todos lleguen bien y (en lo posible) cumpliendo sus objetivos…
3, 2,1…estampida!
Allá van todos, y yo corriendo al costado de las vallas, a ver si capto las largadas de todos. La mochila me rebota en la espalda y me cuesta esquivar gente mientras trato de hacer foco en mis amigotes.
Vuelvo hacia donde había quedado Ale Panther custodiando la Baccio.
Nos despedimos, ella rumbo a la 8k y yo a perseguir al Troterío.

La bici era un muerto a cuestas. El reflejo que de reojo me devolvió una vidriera, mostraba que iba casi en llanta.
Empecé a repasar una posible solución dentro del recorrido. La única estación de servicio que recordaba estaría cerca del 30k.
La otra era preguntar a los numerosos policías de tránsito que cortaban las calles donde quedaba la más cercana.
Mientras deliberaba, veo el Cuartel de Bomberos.
Dos funcionarios habían aprovechado el “cigarette break” para salir a la vereda a presenciar el espectáculo de corredores pasando.
Y ni lo pensé: les estacioné la chiva a la voz de “si los Bomberos no me pueden ayudar, estoy en el horno!”
Les expliqué la situación y prestamente salieron en busca de un inflador que estaban seguros que descansaba en alguna parte del Cuartel.
Creo que de abajo de una piedra salió el dichoso adminículo. Lo cierto es que – mientras averiguaban cómo, con quienes y para qué estaba yo tratando de hacer la maratón en bici – los bomberos inflaron ambas ruedas y yo pude seguir viaje.

Meto pata para darle la captura al grupete, ya que tenía que descontar las paradas para cargar agua y para ser asistida por los Bomberos.
Enseguida diviso al Penguin y al Coach, a paso tranqui y conversadores.
El Coach venía sin dormir, directo desde un casamiento a meter 30k. El Uno, sin dudas.
Le pido al Penguin que me pase la campera, que lleva muy dobladita en la mano. También unos geles de esos inmundos. Le insisto en que se deje de mariconear y se pase a los ticholos. Él sigue confiando en estos suplementos diseñados y no me da bola.
El clima es perfecto: muy lejos en el recuerdo quedaba la incesante lluvia de PDE 2008. La temperatura era ideal, el sol mezclado con nubes no molestaba y casi no se percibía el viento. Soñado.
Me detengo en el recorrido: vuelvo a comprobar que es bellísimo. “El más lindo que he corrido”, sentencia el Pingüino. “La corremos el año que viene?”, me dispara el Coach.
Esta iba a ser mi primera Maratón. Y estaba siéndolo: mi primera maratón en bici!
“Cuchá!!! La corremo’ ó no la corremo’?!?!?!”, se encrespa el Coach y le doy el ok: PDE 2010 será mi segunda Maratón.
Les ofrezco la variedad de productos que va saltando dentro de mi mochila, pero van pocos km y todavía no necesitan nada.
Decido adelantarme a darle captura al siguiente Trotagrupete.
Allá van Flor, Matute y Grace de Actitud Rambla, que estaba haciendo su debut.
Matute se acuerda de que se dejó los ticholos y pide abastecimiento. Flor también quiere. Yo aprovecho para contarles que me olvidé del sobreasiento de gel.
Flor alega que no lo necesito: “vos estás naturalmente acolchonadita”, me encaja!
Me hago a la idea de que el término “acolchonadito” pasará a formar parte de la jerga troteril.
Sigo un rato más con ellos y decido que ya es hora de ir a buscar a los maratonistas…

El primero que encuentro es el Butiá. Viene concentradísimo y a buen paso. Le ofrezco el contenido de la mochila y enseguida comprendo el por que de su negativa.
Medio cuerpo fuera de la ventanilla de un auto, Betty alentaba y preguntaba si le alcanzaba agua, Gatorade y/o toalla.
Ni bien el Butiá pedía algo, allá salía ella al trote a alcanzárselo.
Igual lo acompañé un ratito, en plan dejá-que-yo-te-hable-para-entretenerte-vos-no-contestes.
Aproveché que se veía bien y salí a capturar al resto.
Pronto tuve a la vista al Presi y El Perla. Ambos venían a buen paso y concentrados. Agradecieron el ofrecimiento de agua y comida, pero siguieron como venían.
Hora de darle la captura a Julito.
Me costó bastante alcanzarlo. De hecho, no fue hasta que lo crucé en el retorno del puente de La Barra. Ya venía fielmente custodiado por el Popoto, ambos metidos en el grupo liderado por uno de los pacers, creo que el 4 hrs.
Sonrisas y pulgares arriba.
Me cuesta un Perú la trepada al puente. Me falta mucha camilla de cuádriceps para subirlo dignamente…
La Baccio también acusa el esfuerzo, sumado al traqueteo de su muy poco cómodo viaje a PDE. El manillar se afloja y tengo la sensación de que viviré en carne propia aquel mítico vuelo que supo relatar Zen, en sus primeras incursiones de MTB en las Canteras del Parque Rodó…
Me arrepentí de no haber cargado el juego de herramientas (NdeR: no tenía lugar suficiente para todo y había optado por el inflador…el mismo que había quedado en el bolso cuando salí a los tiros rumbo a la largada…).
Igual sigo. Había visto unas cuantas “bikes autorizadas” de la Organización que iban y venían. Alguno seguro era más previsor que yo y andaría con herramientas.
Ahí veo a Ale B+Mili, sacando fotos a todo lo que se movía. Le cuento mi problema técnico, pero previsiblemente no tiene una llave Alen en la cartera.
Me despido y sigo rumbo a capturar al grupete de Julio y Popoto.
Allá les doy alcance y compruebo que van muy bien. También la Coyota Natalia, que mete pata como loca. Aprovecha y me pasa la remera térmica.
Julito me acepta una barra de cereales.
El manillar ya está en un hilo. Y recién estamos en el 16k.
Les aviso que vuelvo con los de más atrás y que nos vemos en un rato. Siguen a ese paso que a mi me resulta extraterrestre. Bien ellos.

Un equipadísimo ciclista de la Organización me cruza en mi retorno. Ese TENÍA que tener una llave!
Paramos al costado de la ruta y me ayudó a ajustar el manillar. Era mi segundo rescate del día, luego de los Bomberos y su oportuno inflador (NdeR: aprovecho para volver a agradecerle aquí: seguro no llegaba al 20k como venía!!!).
Nos despedimos y sigo en sentido contrario a los corredores.
Empiezan a pasar los Trotamaratonistas, todos enteros y saludando para las fotos de AleB, que sigue al firme en su puesto.
Espero a que lleguen los Longrunners, que ya iban todos juntos, y sigo un rato con ellos.

El 20k ya se veía. Un cúmulo de camisetas negras y verdes se movía de un lado a otro de la ruta. Era el Puesto Salado, metiendo música y onda a la tarea de dar agua a los corredores.
Maia, Andre y mi amigota Lola van y vienen con las botellitas. Un montón de Saladas más también comparten la tarea. Gritos de aliento y algunos improperios de esos que nos decimos entre amigas.
“Ojo que ahí viene mi equipo, a ver como los tratan”, les advierto.
Y ni lerdas ni perezosas, armaron una especie de cortejo para los Longrunners al grito de “Tro-ta-mundos, Tro-ta-mundos!”. Fenómenas.
Alfombra y crono a la vista: completamos la Media Maratón.

Abastezco a los Longrunners con más ticholos y ya me voy despidiendo: estamos en el 22k y ellos tienen 6k más por delante. No me va a dar para alcanzar al resto y volver antes de que ellos completen el objetivo.
Así que nos veremos en la Llegada.

Voy encontrando a los Trotamaratonistas más espaciados. El Perla viene medio tironeado, pero me asegura que puede seguir sin problemas. Acepta charla y Clight Hidrade. Me asegura que puede seguir sin problema. Lo dejo concentrarse en la selección musical del Ipod y marcho en busca del Butiá.
Me sorprendo de ver primero al Presi. Viene molesto del estómago y ha bajado un poco el paso. Me quedo con él un tramo, sin tener la certeza de estar ayudando. Cuando veo que recupera un poco el paso, sigo de largo.
Allá lo veo al Butiá. Va cantando, el desgraciado. Y me dice que viene fusilado, un sinvergüenza. Betty sigue en el auto a paso peatón: “No queda nadaaaaa!!!!”, lo alienta. Era cierto: faltaba realmente muy poco. Yo no quería ni pensar en La Pared: iba mentalizada en lo que dice el Lechuga, “La Pared está en el 42”.
Con el Butiá entero y bien acompañado, decido hacer el último pique para alcanzar a Julito y Popoto.
Me cruzo con Joyce y Dahia, pregunto por “los punteros” y me hacen señas de que van ok.
Veo la remera de Trotamundos a lo lejos y me desmorono: Julio va caminando. Popoto lo acompaña. Enseguida me ven y Julio me advierte “No te asustes! Estoy recuperando, nomás…termina el repecho y arrancamo’ de nuevo”.
Y así lo hicieron, apenas comenzó la bajada retomaron el trote y yo respiré tranquila.
Me despido, porque sé que no voy a poder estar en la Llegada. El Popoto viene sin sobresaltos, así que no tengo dudas de que va a acompañar a Julio hasta el final.

Paso al Butiá en sentido contrario. “Ya vuelvo con vos”, le aviso.
También al Presi, que me hace señas de que va mejor de su malestar.
Finalmente, encuentro a El Perla. Sigue molesto por el tirón, pero me asegura que sigue hasta el final. Más agua y más charla. “Seguro que estás bien?”, pregunto. “Andá tranquila”, me dice. Y allá sigo.
El Presi va concentradísimo. Levanta su mano para señalarme que va bien.
Ok. Hora de cumplir lo prometido: en la llegada de mi Maratón, le dije al Butiá “la próxima es tuya y yo te voy a acompañar”.
Allá va el tipo. “Vos conversame”, me dice cuando se aviva de que voy al lado.
Hablamos de música, por supuesto. Me va relatando el set de Powersongs que se armó para la ocasión. Horripilantes.
Mi gurú musical me decepciona irremediablemente.
Una corredora argentina va a nuestro lado y se ríe de la bizarra conversación. Le pedimos opinión y se arma casi un foro de discusión sobre música para correr.
A esas alturas, ya íbamos con el reproductor de los celulares en altavoz, discutiendo vivamente acerca de tal o cual tema “pulenta, pulenta” para rematar los 42k.
No hay acuerdo.
Ya se suma un amigo de la argentina, y el espontáneo grupete hace más distendidos los últimos km.
También hay tiempo para el intercambio cultural: paso a explicarles lo sque es un ticholo. Se tientan, pero prefieren no hacer experimentos en plena carrera. Sabia decisión.

En algún momento nos separamos y el Presi nos alcanzó. Son los últimos metros.
Vuelvo a sentir aquella maravillosa certeza de que llegaría aunque fuera arrastrándome, tal lo que viví doblando la curva de las Canteras…
“Te das cuenta?- le digo al Butiá – en unos minutos vas a estar terminando la primera Maratón de tu vida”.
H aparece vía celular. Le cuento los pormenores. Manda gritos de aliento que llegan a sus destinatarios por el altavoz.
El Presi me trae a la realidad: “Vos no ibas a sacar la foto de la llegada???”
Ay, Dio!!! Cierto!!! Flasheada por la emoción de la llegada, mi rol de fotógrafa había quedado olvidado.
“Ahí los veo!”, les grito mientras acelero. Negativo. No me dan más las piernas y apenas bajo de la bici, cámara en mano, veo al Presi con la gloriosa bandera tricolor al viento, cruzando otro arco más.
También llega el Butiá.
Poquito antes había llegado Julio, acompañado por Popoto y por Zen.
Reencuentro con todo el Troterío, fotos, emoción, mucha alegría…pero sin los brownies de Flor!!!
El locutor anuncia la llegada del pacer de 4hrs45: es El Chirola de Villa Española, sonriente como siempre, llegando en exactos 4:45.
Ni bien escucha el nombre del corredor, una figura conocida se trepa enloquecidamente a las vallas: “Chirolaaaaaaaaa!!! QUE GRANDE CHIROLAAAAA!!!”. El Gusano liberaba así toda la tensión de armar un monstruo como es una Maratón. Se veía eufórico y no era para menos. Lejos, fue la mejor de las cuatro maratones que han organizado (NdeR: al menos de las tres que yo presencié).
Todo salió perfecto, y lo que no haya sido así, se subsanó con lo bien cubiertos que estuvieron los factores fundamentales.
Parece que ahora, de grande, voy a hacer amistad con Punta del Este.
Por lo pronto, ya estoy trabajando para que la tercera sea la vencida.
La próxima, cuándo es???
Punta del Este, 5 de setiembre de 2010.
El Tío Filípides celebra 2500 años de su locura. Nuestra locura.
Ahí estaremos.
Yo, tras la línea de largada.
Bicicleta Baccio con dos maratones arriba busca conductor.
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FELICITACIONES, a todos los que trabajaron para que todo saliera impecable, a todos los corredores (en especial a mis amigotes) y a todos los que nos arreglamos para disfrutar la carrera.
GRACIAS especiales a Matute y Vicky por corregir este interminable Race Report.
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No me olvido del Bonus Track, no señores.
Hay gente para todo.
Hay gente que decide correr 42k sólo por la satisfacción de vencer esa distancia mítica.
Hay gente que, para lograr lo anterior, se motiva escuchando música.
Entre esa gente, hay quienes se motivan con cosas insólitas.
Para mi gurú musical, con quien tantas discusiones al respecto han dado como resultado muchos de los Bonus Track que comparto con ustedes.
Él dice que esto lo hace correr como loco.
A mi me recuerda a Roberto Giordano.
Pero parece que le resultó en carrera, nomás.
Salú, Butiá.
Vale cantar. Y prepararse, que se larga la "zafra": este domingo 20 arranco la temporada de carreras con la 7k BBVA. El lunes les cuento.
Buen finde y buenas corridas para todos.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Race Report en proceso, pero primero lo primero:


Todos recordarán el Duatlón que organiza Alpino, a total beneficio de Amanda.
Muchos podemos correrlo, todos podemos colaborar.
La fecha señalada es el domingo 27 de setiembre.
Inscríbanse para correrlo (click en la imagen ó aquí), pasearlo, ir a sacar fotos, ir a tomar mate con bizcochos y/o a alentar a los que participaremos.
El costo es de $200 individual y $300 en modalidad postas.
Allí estaremos, la gloriosa Baccio (que ya es veterana de 2 maratones) y ésta debutante en duatlón.
En breve, Race Report y alguna fotito de la memorable Maratón de Punta del Este 2009.
No cambien de canal...

viernes, 4 de septiembre de 2009

Maratón de amigos, maratón propia.

El domingo será el día.
La 2ª Maratón Internacional de Punta del Este estará largando, y nuevamente habrá Trotamundos allí. Maratonistas algunos, otros aprovechando para hacer su entrenamiento de Half Ironman, más los que correrán parte de la distancia como long run para la Maratón de BA.
Y otros, humildemente, acompañaremos a los amigos en un día que (ahora sé por experiencia) es especial como ninguno.

Es increíble como es posible rememorar cada sensación, los nervios, las expectativas...
No puedo evitar recordar las horas previas a mi maratón, toda aquella movida de amigos acompañando de mil maneras, asegurándose de que no corriera ni un metro sola.

Será una carrera muy especial para Trotamundos.
Butiacero, nuestro amigo e ilustre seguidor de este blog, hará su debut en 42k. Los memoriosos (o quienes se den a la tarea de buscarlo), recordarán un post donde contaba que este cristiano casi se queda sin correr de por vida. Ahora va por La Reina, y tengo la plena certeza de que lo logrará en gran forma.
Y, por si fuera poco, nuestro amigo Julito hará su despedida oficial de las carreras en Uruguay, dado que en pocas semanas se va del país.
Julio y yo fuimos los únicos Trotamundos que se anotaron para los 42k de Montevideo. Con gran pena, tuvo que abandonar y ahora tendrá su revancha.
Será su 5ª largada en 42k y estoy segura que se convertirá en la 4ª llegada.

Esta humilde bloguera también va por 42k.
En bici, claro!
Es un pendiente que tengo desde Colonia 2007 y, alentada por el desempeño de Marido en mi maratón, ahora me daré el gusto de recorrer Punta del Este como aguatera ambulante.
Será mi 3ª maratón consecutiva como parte del grupo de apoyo.
Ahora que he estado a ambos lados del mostrador, puedo decir con seguridad lo disfrutable que son ambas cosas.
Cuando toca correr, de las cosas más lindas es ver gente querida alentándote.
Cuando toca alentar, emociona y alegra ver el esfuerzo y el éxito de los amigos.

A todos mis amigotes corredores, sean o no Trotamundos, y a todos los que el domingo estén en la largada: éxito, viento a favor, temperatura óptima, piernas livianas y mente concentrada.
Ojalá todos lo disfruten tanto como pude hacerlo yo!
Y vayan también los buenos augurios para los Organizadores, que ya suman 4 maratones consecutivas y se superan año a año. En número de participantes y en nivel de organización.
Vamos por otra 42k llena de recuerdos felices.

Move this (shake that body) - Technotronic

Vale cantar. Y vaya si cantaron mis amigotes Gusano y EL Coach, allá por la curva del Parque Rodó, cuando el viento amenazaba con liquidarme las pocas piernas que me quedaban.
Casi con 30k encima, ambos entonaban despedidas de murgas, mientras ésta canción sonaba en mi Ipod. De allí la frase en mi race report: "No me dejan escuchar a Technotronic!"
Hablando de recuerdos felices...

Buena maratón, buen finde y buenas corridas para todos