lunes, 27 de abril de 2009

A Medias

El domingo completé un long run de 27k por primera vez en mi vida. Gran parte del recorrido lo realicé con H, quien me hizo caen en la cuenta de CUAN cerca está la Maratón de Montevideo.
Si cuento el "tapper", ya estoy a mitad de camino (NdeR: se le denomina "tapper" al período previo a la competencia - usualmente, la penúltima y última semana - en la que se baja la carga de entrenamiento con el fin de que el cuerpo "absorba" el trabajo y llegue descansado a la carrera). Y hablando de mitades, el próximo domingo se corre la Media Maratón de Punta del Este, que figura en mi plan como parte del entrenamiento.

No puedo dejar de pensar en como todo es tan relativo.
La única Media que corrí fue la de Piriápolis 2007, y recuerdo los nervios y la expectativa que tenía ya desde la semana previa. Me parecía una hazaña lograrlo.

Hoy la cosa es muy distinta. No vayan a pensar que le he perdido el respeto a 21k, no señor.
La diferencia está en como está clasificada. Esta Media es un objetivo intermedio, apenas un mojón más de tantos que, sumados, me llevarán a mi GRAN meta: Montevideo 42k.

Cada día, esa meta se hace más presente y ocupa más espacio: llena los pensamientos, las conversaciones y las planificaciones.
El domingo comprobé que pasé lo que en aeronáutica llaman "Punto de no retorno". En ese punto, hay que decidir si dar la vuelta o de lo contrario, el combustible no alcanzará para retornar al punto de salida.
O sea: ya llevo entrenado más de lo que falta para completar el plan. Si no hay lesiones por delante - Filípides no lo permita - sólo un terremoto o cataclismo similar pueden apartarme de esa Maratón.

En la puerta de la heladera está el plan de entrenamiento. Prendido con imanes, convive con el número de delivery del super y los dibujos de Lala.
Sobre la heladera, tengo un pequeño marcador verde flúo.
Cada día de entrenamiento, luego de la ducha, voy a la puerta de la heladera y repaso con el marcador el renglón que corresponde a ese día.
Después, miro. Miro cuanto he hecho, miro cuanto falta. Me inquieto, me emociono, me alegro, me impaciento, visualizo la largada, visualizo la llegada, visualizo mil situaciones en medio de esos dos puntos.
Entonces, abro la heladera e invariablemente, termino comiendo algo que no debo...

viernes, 24 de abril de 2009

Elija su Bonus Track con fundamento!

Desde la primera recomendación musical, avisé que lo mío era un atrevimiento absoluto.
Como lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe, consulté con mi buen amigo DJ Soundcollector. El hombre no sólo está informado sobre el tema: fue el precursor de las sugerencias musicales en la Pizarra de Trotamundos (NdeR: y con esta mención, zafo del juicio por plagio).
Así, pues, convertido en el primer columnista de este blog, DJ Soundcollector nos desasna sobre el concepto de BPM y su uso en la elección de música para correr.
Pasen y vean.
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Antes que nada debemos definir algunos conceptos básicos, que son necesarios y además le otorgan un aura de seriedad inigualable a un articulo. Cuanta más bibliografía, material extra y apéndices tenga, tanto más seriedad se le asigna.

Empecemos entonces con algunos conceptos básicos.

*** Tempo
En terminología musical, el tempo, movimiento o aire es la velocidad con que debe ejecutarse una pieza de música.


*** Movimientos fundamentales
Los movimientos fundamentales son cinco y se emplean palabras en italiano, se llaman largo, adagio, andante, allegro y presto.


*** Indicación metronómica
Casi siempre, la palabra italiana que designa el tempo está acompañada por la indicación metronómica.
Esta es una expresión que indica la velocidad exacta más adecuada para una pieza de música indicando cuántas figuras de un determinado valor deben tocarse en un minuto.
De este modo, la indicación = 60 se traduce en ejecutar una pieza a tal velocidad que quepan sesenta negras en un minuto.
En la práctica, para alcanzar esta exactitud se utiliza un aparato llamado metrónomo.


*** Pulsos por minuto BPM (beats per minute)
Las pulsaciones por minuto es una unidad empleada para medir el tempo. Equivale al número de pulsaciones que caben en un minuto. Cuanto más grande es este número, la música se ejecutará más rápida.

*** Adagio: Según las convenciones actuales el adagio se ejecuta a la velocidad de 60 negras por minuto
El adagio más conocido: Tic tac del reloj. Tiene un BPM de 60. Son 60 tics en un minuto, en realidad son 30 tics y 30 tacs.


*** Longitud de zancada
Es la longitud media de un paso. Es la distancia que hay entre el contacto del pie derecho y del pie izquierdo con el suelo. Los corredores ajustan la zancada a la velocidad: la zancada aumenta proporcionalmente a la velocidad.
A un mismo ritmo de carrera un atleta tiene siempre el mismo largo de zancada. Este puede variar mucho de atleta en atleta, para esto influyen el largo de piernas, la flexibilidad muscular, la potencia, etc, pero en promedio para atletas de fondo y semifondo anda alrededor de 1,25 mts. En todo caso siempre hay que personalizar este número, midiendo el largo de zancada.

¿Como lo hacemos? Bien fácil, mides 50 metros en una recta (la rambla, la cuadra, etc) y los recorres a ritmo normal contando cuantas veces pisas con c/pie. Luego divides 50 (mts) entre la cantidad de pisadas y ese es tu largo de zancada. Si el recorrido es muy corto existe la posibilidad que la medición no sea fiable, lo mismo si es demasiado largo.

Supongamos 40 zancadas en 50 metros, entonces el largo de zancada es: 1,25 mts. Yo diría que esta medición corresponde a Ale B, Elba o Coto. Seguramente para Ironman o Pingüino el largo será un poco mayor.



Ahora veamos el tema de la velocidad
Si corremos a 5 min por km entonces tenemos:

1000 metros: 300 segundos
200 metros: 60 segundos
100 metros: 30 segundos
50 metros: 15 segundos


¿Y cuantas zancadas diste en 50 mts?
Supongamos también que, como yo dije ritmo normal, vos corriste "normal" y tardaste 15 segundos en correr esos 50 metros, y para eso usaste 40 zancadas; entonces si hubieras seguido corriendo durante 60 segundos usaste 160 zancadas.

Adivinen que: acabamos de encontrar la tasa de zancadas por minutos que necesitamos para correr a un ritmo de 5 min por km, suponiendo que nuestra zancada es de 1,25 mts. Y como ya sabemos cualquier cosa que sea por minuto, la podemos relacionar con BPM =:)


¿Pero como afecta esto a la música que usamos para correr?
Ahora viene la parte divertida. Acá es donde necesitamos demostrar que no tenemos una zanahoria en la oreja.

Ponemos nuestra canción favorita, cerramos los ojos y mentalmente imaginamos apoyar un pie en el suelo por cada "tic", es útil usar las manos para "marcar" el tempo y fijar mentalmente el ritmo de carrera. Siguiendo el "ritmo" de la canción (en realidad seguimos el tempo) tenemos que contar cuantos BPM tiene la canción y de esta forma la podemos clasificar según el ritmo de carrera que necesitamos adquirir.

Luego simplemente repetimos esto para cada una de las 500 canciones que usamos para correr jeeeeeeee


Como todos los métodos depende de cada persona que lo aplica, puede que a algunos les sea efectivo y puede que a otros los atormente y por ultimo hay momentos de una carrera cuando no importa la música que llevemos, donde las piernas van a dar lo que pueden y no más, pero si la mente "escucha" un ritmo determinado es más factible que pueda transmitir a las piernas ese mismo ritmo.

Enjoy it.-
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Qué andan buscando? Ya está, ya se terminó el artículo!!!
Calma. Aquí viene.

Considerando lo expuesto por DJ Soundcollector, les dejaré un tema para que ensayen lo aprendido. Después, me hacen el favor y escriben un comentario con el resultado obtenido. Serán calificados oportunamente.
Amén de esto, es una canción que a ambos nos encanta y por eso está dedicada especialmente al DJ, en agradecimiento por su inestimable aporte.

Dancing with myself - Billy Idol

Vale cantar. Pero más que nada, bailar. Recuerden la gráfica de Coca Cola: si te miran cuando bailás, es que bailás bien!
Buen finde, gente.

jueves, 23 de abril de 2009

El fascismo nuestro de cada día

(sobre la calle Acevedo Díaz, próximo a Tres Cruces: también le habrán querido robar el gorro a este graffitero?)

El martes pasado tenía pautado 19k, siempre siguiendo el plan para Montevideo 42k.
Se suponía que iba a estar acompañada, pero mi socio desistió por cuestiones de higiene. Me explico: el corte de agua afectó a gran parte de la ciudad, incluyendo el club donde suele ducharse.
Así las cosas, me vi solísima para encarar la corrida y lo peor: sin música, ya que se suponía que iría charlando.

El no llevar mp3, de vez en cuando, es interesante. Me permite conectarme mucho más con lo que pasa afuera. Cuando llevo música, la cabeza viaja hacia adentro y no reparo en nada más, a menos que sea suficientemente llamativo o peligroso.
A propósito de esto último, a la altura del mojón 5, un grupo de gente llamó mi atención. A pesar de que no veo nada de lejos, no me costó identificar que se trataba de “planchas”. No había nadie más en la vuelta y yo empecé a ponerme nerviosa.
Tenía motivos: por el mes de Enero (si mal no recuerdo) uno de estos “ejemplares” trató de robarme el gorro en plena Rambla de Pocitos.

Seguí avanzando con cara de “sé artes marciales”, pero ellos hicieron su jugada: “opa, mirá como me hago un gorro!”, “devolveme los championes, cheta”.
Identifiqué un punto en el horizonte y miré fijamente, con la adrenalina a tope esperando el “tirón” para sacarme el gorro o el empujón para llevarse los championes.
Y seguro marqué la mejor pasada de mi vida, una lástima que no chequeé el crono

Nada sucedió. Tardé unos minutos en recuperarme, sin poder dejar de recordar el episodio del verano.
Yo iba rumbo al Este, a la altura del mojón 9. Estaba concentradísima, porque era un día de cambios de ritmo y encima se me venía el repecho de Kibón.
Vi venir aquel chico en bicicleta, no tendría más de 14 años.
Sentí el golpe en la visera del gorro y como se caía al piso.
Como lo tenía enganchado en la coleta del pelo, no pudo llevárselo.
Contrariamente a lo que yo misma recomiendo a todo el mundo, mi primera reacción fue correr tras aquel chico, sin saber si estaba armado ni que haría con él, en el hipotético caso de que lograra alcanzarlo.

Sin embargo, cuando reaccioné, no fue eso lo que me asustó.
Lo que me espantó de mí misma fueron los horrores que salieron de mi boca mientras lo perseguía. No sólo insultos del calibre que se les ocurra, sino cosas del tipo “después de quejan si los c*gan a tiros!”

Como la mayoría de los mortales, tengo mi componente discriminatorio. Congénito y adquirido. Lucho contra él, trato de eliminar de mi vocabulario frases hechas que desvalorizan a la gente por el hecho de pertenecer a determinada raza, opción sexual o religión. Intento no formarme una opinión sobre las personas hasta conocerlas, aunque sea mínimamente.
Procuro educar a mis hijas de ese modo.
Verme gritando consignas casi fascistas tras un chico, me hizo morir de vergüenza.
Vergüenza de mí, de las cosas que hay en mí.

Es cierto, tengo derecho a tener lo que tengo. No se lo saqué a nadie, me lo gané.
También es cierto que no quiso robarme comida, porque se moría de hambre. Ni un medicamento, porque no podía comprárselo a un familiar enfermo.
Pero yo me podría haber comprado otro gorro como ese, si hubiera logrado robármelo.
Ese chico, seguramente, no sólo no va a poder conseguir ese gorro de otro modo: tampoco es probable que tenga ni una de las oportunidades que yo he tenido.
Ni de estudiar, ni de laburar, ni de tener una familia que me diga si estoy equivocada en lo que hago.

Hace muchos años, cuando trabajaba en un laboratorio, me dejaba atónita el modo en que el asistencialismo está arraigado en gente de bajos recursos.
Llegaban con la receta del medicamento que le había dado el doctor y, como el hospital no tenía, venían al laboratorio “porque si en el hospital no me lo dan, me lo TIENEN que dar ustedes”. Una locura. Andá a explicarles que no, que no es así. Que es el hospital el que tiene obligación, no el laboratorio. Andá también a explicarle a una mamá que no le vas a dar la leche de soja que tiene que tomar su bebé alérgico. Y convencete de tus propios argumentos.

“Yo no tengo. Entonces, como vos tenés, estás en la obligación de darme. Aunque vos labures y yo no mueva un dedo, tengo derecho”.
Sí, muchas veces este es el razonamiento.
Estoy segura de que muchos han escuchado historias del tipo “le ofrecieron trabajo, pero prefirió quedarse pidiendo en un semáforo”. Y es cierto.
También conozco gente que sólo necesita oportunidades. Nada más.
Cómo reconocer quién es quién? No lo sé. Y los que se supone que saben, tampoco le pegaron mucho. El Plan de Emergencia es un ejemplo.

Y si lográsemos identificar quienes apreciarían una oportunidad? Qué haríamos con el resto?
Qué se hace con las personas que no les interesa laburar, que vienen de generaciones y generaciones de gente que vive de otra gente? Miserablemente, pero viven de otros.

Entonces: se justifica que haya intentado robarme? No, claro que no.
Pero tampoco me daba derecho a pensar y a decir lo que dije.
El caso es que yo me creía mejor persona…

martes, 21 de abril de 2009

Santo Turismo

(Con el Parque Rivera de Melo como escenario, Elba Reel testea lo desconocido: entrenar en un circuito cortísimo)

Yo también espero que no se convierta en una (mala) costumbre. Estoy debiendo el Bonus Track por segunda semana consecutiva.
Y sin excusas, esta vez. Porque la gastroenteritis que me agarré, me atacó feo el viernes a la tarde. A esas horas, el BT debió estar colgado.
Las disculpas del caso a los fieles seguidores de este blog.
En la pasada entrada les dejaba una especie de "trailer" de mi estadía en Melo.
El plan era extenderme en un post que detallara el evento.
Sin embargo, una interesante charla que sostuve con H me hizo cambiar de opinión. Ya lo decía yo, que correr 21k un domingo a la mañana ayuda a pensar.
Y tiene razón mi amiga: mire si Marido se termina cabreando! Mejor no hacer públicos los pormenores de mis escaramuzas con mi familia política!

Así las cosas, les contaré que mi nueva visita a Melo me deparó un nuevo recorrido para entrenar. Se trata del Parque Rivera, un precioso y arbolado lugar, ideal si toca entrenar con toda la prole a cuestas. Tiene juegos infantiles, senderos espectaculares para andar en bici y hasta parrilleros para hacer el asadito post entrenamiento.
Según mis mediciones, una vuelta completa por el sendero asfaltado tiene una distancia de 1.5km. O sea: ideal para sesiones cortas, a mí me tocaba hacer 16k y casi colapso dando vueltitas!!! Lo solucioné combinando el circuito del Parque con la ida hasta la chacra por Ruta 26, como hice la vez anterior.

Respecto al Bonus Track...que les puedo decir...
No es un tema que utilicé en el entrenamiento.
No recordé su existencia hasta que empecé a armar esta entrada en mi cabeza
No lo he probado, pero me suena a que va a andar...incluso esa pequeña pausa que tiene en el medio me puede resultar agradable mientras corro.
Y a modo de humilde consejo: recuerdan cuando los mayores nos decían "de política, fútbol y religión más vale no hablar"???? Bueno...tenían razón...quién me manda a mí...

Jesus He knows me - Genesis

Vale cantar. Amén.

martes, 14 de abril de 2009

Fuera de tiempo y lugar

No se afilen, fans de Buitres. Lo del título es sólo una cita a uno de sus temas, ni sueñen con un Bonus Track como ese.
Desde que este blog vió la luz del ciberespacio, nunca faltó el BT de viernes.
Dicen que las excusas son todas iguales: ninguna arregla nada. Pero hagan la prueba de encontrar un cibercafé abierto un Viernes Santo en Melo. Después me cuentan.

Sí, señores...sí, señoras: sobreviví a Turismo en Melo. No sin secuelas, pero estoy viva.
Lo que sí, de la sesera...agotada.
Ni piensen que en estas apretadas líneas resumiré lo vivido. Qué esperanza. Tendrán que fumarse el post correspondiente. No será hoy, ya que aún estoy recuperándome del shock vivido y hay recuerdos difusos. Y me estoy durmiendo sobre el teclado.
Pero será en breve.

Mientras, les dejo el BT que correspondía al viernes pasado, y estaba dedicado al lindo rato que pasamos en San Ramón. Es por eso que elegí un tema de Ramones, justamente. Una sutileza.
No era esta la canción elegida originalmente, pero a la luz de los hechos, se ajusta mucho más a mi estado de ánimo.

Los Trotaseguidores de este humilde blog protestarán, porque ya la había recomendado en la pizarra de Trotamundos. Si hasta Les Luthiers hacen refritos, y nadie los cuestiona!
Yo creo que vale la pena volver a citar este clásico del rocanrol de todos los tiempos.

Porque se terminaron las vacaciones. Porque ahora hay que encarar el año sin excusas. Porque pasarte 4 días conviviendo con tus suegros no es papita pa'l loro. Porque esos 4 días incluyeron un viaje de 800km con dos niñas aullando de aburrimiento...doctor, doble dosis para mí!!!

I wanna be sedated - The Ramones

Vale cantar
Saludos a todos

miércoles, 8 de abril de 2009

San Ramón Solidario: quién dijo que los corredores no servimos ni para leña?

(Trotamundos en acción apenas largada la 2ª Corrida de San Ramón: de izq a der Pingüino, Pato, Charly, Ceci, Elba Reel, Tati en su carro y Rita. Más adelante: los hermanos Kogan. Fuera de la foto, por atropellados: Flor, Barba y Zen.
Nuevamente, se agradece la gentileza de Sayago Running por dejar que hurte sus fotos)

Yo siempre digo que ante un buen argumento hay que callarse la boca. Y acatar, tal es este el caso.
Cuando empezó a circular la primera información sobre la 2ª Corrida Solidaria de San Ramón, Flor comentaba: “tantas veces nos vamos hasta el Congo a correr cualquier cosa, bien podríamos hacerlo para ayudar”. Así, con el barniz de un buen argumento, ir a correr 7.5km a la tarde del sábado pre-Turismo a un pueblo desconocido para la mayoría de nosotros, se transformó en una de las imperdibles aventuras Troteriles.

Marido accedió rápidamente a la invitación (NdeR: será tal vez para compensarme por el Turismo en “The city that never sleeps”???). Sin baby sitters voluntarias a la vista, las peques serían de la partida también.
Dada la corta distancia y carácter lúdico de la carrera, empecé a fantasear con correrla junto a la más pequeña de mis niñas. Hasta la fecha, el padre se venía negando a todas mis peticiones, las cuales empezaron en Noviembre de 2006 (mi primera 10k).
“Y podrás con el carro que tenemos?”, preguntó. “Obvio! “ fue mi respuesta, recordando mis entrenamientos veraniegos junto a la peque.
“Bueno, dale” (NdeR: confirmado, está muy culposo y me quiere compensar. Vaya a saber si es por lo de Turismo o qué herejía habrá perpetrado…).

Llegó el día y (milagrosamente) llegamos a la hora pactada al punto del encuentro: nuestro 8.
Unos cuantos Trotamundos ya se habían reunido y los faltantes estaban llegando, sumados a Zen-tella, que había arrancado en bici para aprovechar la distancia como entrenamiento.
Faltaba el Pingüino, a quien llamamos en tono cuasi patotero (el único tono que entiende) y tras amenazas varias, accedió a unirse al grupete en algún punto de la travesía.
Levis había avisado vía sms que no podía ir, lo cual liberaba un lugar en el Elbamóvil. Rápidamente nos quedamos con Ceci, que era la única que tenía comida para el viaje!

La Trotacaravana salió con Kogan a la cabeza, guiado por el Pato Volador.
Estando al borde de la siesta, un cartel anunció que estábamos en San Ramón.

Había un movimiento moderado en comparación con otras carreras, pero definitivamente extraordinario para el pueblo. Camisetas de varios equipos iban apareciendo en grupos, trotando para entrar en calor.
En la largada/llegada se había dispuesto un escenario y por los parlantes se escuchaba una interesante selección electrónica, muy apropiada para la ocasión.
Y no era lo único que se escuchaba.
Me sobresaltó una voz que agradecía a varias firmas colaboradoras. Era el locutor que acompañó el evento, y merece por lo menos el calificativo de “pintoresco”.
Su timbre de voz sonaba a los mismísimos Huevos Cartoon…si le hubiese intercalado algún “güey” a su alocución, sería imposible notar la diferencia con la célebre animación.

Del mismo lado del escenario estaban las mesas de inscripción. Evidentemente, ni la camiseta, ni los championes, ni la actitud me hacían ver como una corredora…sería por el carro con bebé adentro? Estuve parada allí un buen rato sin lograr que alguien tomara mis datos.
En cambio, varias corredoras de otros equipos pasaban y pasaban ante mis ojos, y todas salían con sus números.
Finalmente, decidí autogestionar mi inscripción. Me apoderé de la única lapicera que funcionaba y de una copia del deslinde de responsabilidad.

Ya casi sobre la hora de largada, me dediqué a ubicar el auténtico motivo que me había llevado a San Ramón: el puesto de tortas fritas. Debilidades tenemos todos.
De paso, me enteré que el recorrido constaba de tres vueltas al circuito armado en la calle principal del pueblo.
Don Pintoresco anunció a toda voz que “la gente que estábamos esperando ya llegó, así que en minutos dará comienzo la competencia”. Y apareció el Pingüino, abrochándose el número a la altura del abdomen, para disimular la hinchazón que le provocó esa obscena porción de mejillones…

Beso a Marido y a Lala, que no estaba muy convencida de los motivos por los que el carro con su hermana iba a ser parte del asunto. Todos a la largada, junto a algo más de cien personas (NdeR: es lo que decía en la mayoría de las páginas de corredores, yo soy incapaz de calcular cantidades de gente, a menos que los cuente uno por uno).
“Y vamossss a iniciarrrr la cuennnta regresivaaa… Oooonceee (NdeR: ONCE?!?!?!?) …dieeez…nueveeeee…”
Así fue que la carrera de San Ramón pasó a la historia (al menos, a la historia de Trotamundos) como la primera en que la cuenta regresiva arrancó desde el número once. La figura de Don Pintoresco tomaba proporciones de leyenda.
Largamos!
Todo el Troterío junto, aunque por poco tiempo.
Rápidamente, Mauro captó la admiración que produce un bebé en la platea femenina y se hizo con el control del carro. Tenía mucha razón Zen cuando hacía esta observación.
Efectivamente, más de uno debe estar gestionando el “préstamo” de sobrinos, ahijados o similar para trillar la Rambla. Los padres, agradecidos.
Decía que Mauro cazó el carro y no había quien se lo sacara. El problema es que el caballero corre, digamos, levemente más rápido que yo. Agotarme en la primera vuelta no estaba en mis planes.
Con la autoridad de ser la madre de la criatura, le arrebaté el vehículo y el bueno de Mauro tuvo que valerse de sus propios recursos para mantener el éxito cosechado.

El resto del Troterío rápidamente entendió que acelerar no era parte de mis plan, y los que se aburrieron de mi pasito empezaron a distanciarse. O sea, todos.
Las excepciones fueron el Pingüino y el Barba: el primero, incapaz de moverse dado el abundante almuerzo. El segundo, muy interesado en probar su nuevo chiche tecnológico, fotografiaba todo cuanto veía.
Otros, como Zen y Kogan, iban y venían entre ambos grupos de Trotamundos y llevaban el carro algún trecho.
La ocupante del rodado, a todo esto, estaba espléndida.
Miraba atentamente el entorno y a sus ocasionales “choferes”, dedicándose ya sobre el final de la prueba a emitir toda clase de sonidos guturales. Habitualmente los usa para llamar a su hermana.
Hablando de la hermana, festejó alegre la primera pasada por el circuito, pero cuando vió que la cosa seguía…no le gustó nada que la dejara ahí y siguiera con la menor. Tal fue el reclamo, que al final de la segunda vuelta paré para hacerle upa unos segundos.

Fue justamente finalizando la segunda vuelta, cuando un grupo de adolescentes se había reunido en la UTU o liceo (no lo pude identificar). A nuestro paso, comenzaron a alentar fervorosmente.

“y ahí iba el Pingüino, llevando el carro. Todo emocionado, porque pensó que los gritos eran para él. Pero, no.
En cuanto las chicas vieron al Barba empuñando su Iphone, se empezaron a escuchar las exclamaciones de ‘Barba, Barba!’. Lo reconocen en todos lados, es ‘El Uno’ indiscutido!”
(NdeR: el párrafo anterior se escribió entre comillas ya que es una reproducción fidedigna del dictado que me hizo el Pingüino. “Elba, vos en el reporte tenés que poner así: bla, bla, bla”. Lo tomo como una colaboración autoral)

“Y vamosss a darle un aplauso a esa madreeee, que corrió con su bebéeee…”
Don Pintoresco le dio una cosa como épica al asunto, lástima que nadie le avisó que todavía nos quedaba OTRA vuelta, aunque la mayoría de los competidores ya hacía rato que habían llegado y estaban haciendo cola para las tortas fritas.
“Al padre también!” le gritó Kogan señalando a José, un veterano corredor que venía al lado nuestro.
“Cla…claro que sí! Un aplauso para el padre también!” vociferó Don Pintoresco.

Ya en la última vuelta, se acercaron Zen y Rita para acompañarnos hasta el final. Se nos sumó Sabrina Zen, con quien cruzamos la línea de llegada (NdeR: ya mencioné que tiene un nombre estupendo para diseñadora de indumentaria?).
Allí nos esperaban “mis amados fans”, que siguen sin entender que hago corriendo…pero siguen. Y me siguen.

Nos abrigamos e hidratamos con unos refrescos que amablemente invitaron Kogan y Pato, que aprovechó para hacer un mini tour de compras y se llevó una bolsa de galletas de campaña y creo que algún embutido casero. Ya decía yo que debilidades tenemos todos.
Mientras, el escenario se alistaba para recibir los espectáculos musicales.
Ajenas a los preparativos, junto a Flor nos ubicamos en el puesto de tortas fritas, ávidas del criollo manjar.
Parece que la demanda los desbordó, y tras esperar unos 20 minutos, nos dimos por vencidas.
Mientras nos retirábamos me pareció ver a Tubino, esperando la torta frita con calma. Habrá tenido éxito?
Igual no me quejo: las galletas de avena que cocinó Ceci estaban exquisitas y las merendé con ganas a la vuelta.
Y nos divertimos mucho! Y comprobé (una vez más) que correr con el Troterío hace de cualquier carrera, un evento fuera de serie. Y ayudamos, con una gotita en el mar. Pero, como dice Alpino, el mar sin una gota sería menos.
Y derecho de piso hay que pagar en todos lados, así que para la edición 2010 de San Ramón…me encargo las tortas fritas antes de la carrera!

viernes, 3 de abril de 2009

Deixe a tristeza pra lá

Que semanita, madre e'Dió...
Arrancó negrísima, con la muerte de otro corredor en la 2ª etapa de la AAU, en Pando.
Parecía que recién se nos había pasado la impresión del fallecido en la Reebok y...
Estuve meditando acerca de escribir o no al respecto. En mi paseo diario por blogs de corredores, encontré varias referencias al hecho, algunas más razonables que otras.
Pienso que la responsabilidad de cuidarnos es de cada uno, al margen de lo que tal o cual institución exija.
Me sentí muy triste por lo que le pasó a Darío, por él y por su familia...

Tampoco viví la mejor semana de mi vida.
Mis hijas están pasando por sendas crisis propias de sus edades (sí, con 8 meses y 3 años, tienen crisis identificadas y estudiadas por los psicólogos).
Con Marido, tratando de aguantar el terremoto...pero agotados y con ganas de matarnos en ciertos momentos.
Si le añadimos a Aquiles y sus malestares...

Peeeero...siempre que llovió, paró.
Y como si yo ya no creyera lo suficiente en el Orden Natural, las cosas han ido re-tomando sus lugares y la calma parece estar retornando a mi vida.
Los berrinches vienen disminuyendo, se escuchan más agradecimientos y menos reclamos...y una ecografía músculo-esquelética (!) dijo que Aquiles está sanito.
Parece que el problema es una microcalcificación (micro mismo, mide 1 mm) alojada entre el hueso y el tendón.
Básicamente, va a j*derme de por vida, pero no provocará lesiones ni me impedirá seguir entrenando.
Y parece que su tamaño y su ubicación son tan exóticos, que me valdrán estar presente en un libro que el doctor está por publicar.
Que tipa interesante resulté...

Así las cosas, estoy empezando a dejar ir ese estado melancólico y tristón que llevaba conmigo estos últimos tiempos.

Todo coincide con el pedido de mi estimada H, vacacionando por Brasil. Para consustanciarse con el entorno, solicitó un Bonus Track en Portugués.

Digamos que Brasil no es mi país favorito. Su idiosincrasia me incomoda bastante.
Yo no puedo decir "está todo mal, pero vamo' arriba! Me voy a sambar!". Los "justicieros" recordarán a Pipoca, que le pasaba de todo y siempre terminaba a los gritos en medio de un samba enredo (atento, Toto).
Pero tienen la suerte de tener un pedazo de tierra que los redime de todo: Bahía.
Yo me siento muy Bahía. Siento eso de ir rescatando la belleza, pero permitiéndome estar triste: concientizar la tristeza, sacarla afuera, hacer una pelota y dejarla ir.
También soy una nostálgica tremenda, será por eso que la música de Bahía me encanta. Escuchen una recopilación de bossanova y verán que "saudade" aparece casi tanto como "ojos" o "puñales" en los temas de Buitres...

Cómo hacer entonces para complacer a mi amiga? Difícil tarea.
Iba a inclinarme por Titâs, pero recordé que no la motivan los gritos...un alegato contra las autoridades policiales no se veía adecuado...
Ya agotados mis magros conocimientos, tuve que pedir ayuda para el Bonus Track de hoy.
Fue así que me topé con un sitio de running muy interesante: http://www.webrun.com.br/
Tengo que agradecer a Donata Lustosa por su amabilidad y su buena idea.

El tema sugerido por Donata pertenece originalmente a Jorge Ben Jor. Cuando me lo propuso, recordé inmediatamente este "cover" de esta maravillosa mujer.
Existe uno realizado por su eterna rival, Daniela Mercury. Pero la gran Ivete le pasa el trapo sin despeinarse...
Vean lo que es la polenta de esta dama, la misma que se metió al bolsillo 100.000 "caras" en Rock in Rio, la misma que hace bailar a los postes cuando canta sobre un "trio elétrico", en EL carnaval brasileño: el carnaval de Bahía.

Para vos, garota:

País Tropical - Ivete Sangalo

Vale cantar. Y soñar con estar en Fernando de Noronha, inmersos en el mar transparente.

Buen finde