martes, 30 de junio de 2009

Rehabilitación de rodilla: día 1

Ayer llegué a la Clínica del Estadio, tarde y sin championes.
Más indicios de negación, imposible.
Creo que recién ahí caí en la cuenta de lo que estaba pasando.
No puedo correr. Al menos, no por un mes. O tal vez más, no sé.

Ana, mi fisioterapeuta, tiene un modo suave y ese buen humor permanente que ayuda bastante a poner actitud positiva.
Mientras pedaleaba para hacer la entrada en calor, intercambiaba sms con H y le contaba lo infeliz que me sentía.
Sin embargo, me iba a ir de allí más contenta de lo que había llegado.

Cumplidos los 15' de entrada en calor, fue momento de evaluar los daños y diseñar el plan para repararlos.
Las noticias no podían ser mejores.
La distensión del ligamento con respecto al sano es mínima, por lo que los resultados seguramente se verán más pronto de lo que yo creía.
Sí observó que hace falta muscular un poco, así que el regreso al gimnasio es un hecho.
Así empecé a desfilar por la máquina de abductores, por la camilla de cuádriceps, por el bloque de espuma (demostrando mi gran equilibrio), por la polea...

Terminada la aburridísima rutina y el estiramiento, recibí las felicitaciones y los ánimos de Ana, la entusiasta. Me imagino que esa clase de personalidad es casi un imprescindible, trabando con gente que llega a vos totalmente frustrada.
Salí a enfrentar el diluvio. Era imposible encontrar taxi. Me sentía tan bien, que hubiera ido caminando bajo lluvia a casa, de no ser por lo tarde que era.
Mañana estaré puntualmente para repetir todo el circuito. Y esta vez, con championes.

viernes, 26 de junio de 2009

Estamos distendidos

El miércoles a la tarde tuve la consulta con el Doc.
Le conté de mis desventuras deportivas y de la persistente molestia que sufre mi rodilla desde hace una semana.
"Y qué querías?" - disparó - "después de una Maratón hay que des-can-sar y vos te fuiste a correr una carrera aventura!"
Y lo dejé que me rezongara. Total, ya me venía dejando putear por un pueblo.
Y tiene razón.
Luego que hube reconocido mi falta de buen criterio, procedió a zamarrearme la rodilla de tal forma, que cualquier dolor hubiera sido inocultable:
-Duele? (presionando la pierna contra la camilla)
- No.
- Duele? (flexionando la rodilla y empujándola hacia el resto de mi humanidad)
- Nop (pensando en que el galeno pararía sólo cuando la rodilla se rompiera, finalmente)
- Mmmmj...sentís floja la rodilla?
- Sip.
- Y duele ahí (presionando los lados de la rótula) cuando corrés o bajás escaleras?
- Sip.

La buena noticia es que no me rompí nada. Tengo "distensión de ligamento cruzado", básicamente, el pobre ligamento ha sido tan forzado, que se estiró.
Otra buena noticia es que se arregla con un mes de rehabilitación: musculación y piscina con la fisioterapeuta que me ayudó a recuperar a Aquiles.
Las malas nuevas es que ese mes implica suspender por completo las corridas. Y que tengo autorizadas carreras cortas, nada de más Maratones por este año.

Dejé que todo esto decantara estos días para ser bien honesta.
Me siento aliviada. Tenía ganas de hacer demasiadas cosas y no quería tener que decidir a cuales renunciar.
Ahora sé que no iré a BA ni a PDE, al menos no a correr!
También sé que tengo que hacerme tiempo y volver a los trabajos localizados, ya que los músculos se "lavaron" mucho de tanta corrida.
Esta semana sin correr estuvo llena de abdominales de todo tipo, push ups varios y ejercicios para la espalda.
La menor se divierte horrores viéndome ejercitarme, cuando termino una serie festejo aplaudiendo y ella me imita. Ya ven que me hice adicta al público luego de MVD!!!

El lunes empieza mi rehabilitación. 15 sesiones, tres veces a la semana, un mes aproximadamente.
Cuando la fisio me evalúe, veré si me autoriza la bici. Algo es algo.
Y si no...habrá que esperar.
La lección me salió bastante barata y habrá que aprovechar inteligentemente lo aprendido.

Es que esto de ser adicta al running tiene este lado negro, el de no medir las limitaciones del cuerpo.
Ese sentimiento de buscar el siguiente desafío ni bien se cumple el que teníamos, a veces no nos deja ver con claridad una frase de mi amigo Zen: carreras hay un montón a cada rato y piernas tenemos sólo dos para toda la vida.

Pero es imposible no pensar en la próxima, es imposible no desear que haya una próxima...

"Just can't get enough" - Depeche Mode

Vale cantar. Y bailar, aunque sea en una sola pierna! O también me van a prohibir que baile???
Gracias a todos los que han estado pendientes y han aportado humor, cariño y conocimientos médicos para que me recupere rápido.

Buen finde y buenas corridas para todos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Si Filípides hubiera llevado algunos aquel día...


Como todavía estoy sin correr y sin decidir mis próximos objetivos deportivos, me estoy dedicando a comer.
Y hace tiempo que quería postear algo acerca de estos pequeños manjares envueltos en celofán. Los Ticholos.
Esta delicia de origen brasileño es, simplemente, un espeso dulce de banana y azúcar que se presenta cortado en pequeños bolques.

Para mí, son absolutamente adictivos. Marido también los adora, por lo que solíamos comprar paquetes como el de la foto, que traen 50 unidades. Duraban una semana, a lo sumo.
Como será la cosa, que para asegurarme el stock necesario en la Maratón de Montevideo, compré el paquete el día anterior!

Lo mejor de todo, es que ahora son un alimento de los permitidos.
Su contenido de potasio y glucosa los hacen excelentes repositores para los corredores, además de que su formato los vuelve muy prácticos para llevar en los long runs.
Contiene una insignificante cantidad de fibra, por lo que minimiza el riesgo de sufrir alguna "urgencia" en carrera.
Son libres de grasa y colesterol.

A mi me funcionan como si fuera jugo de Gummibaya. Incluso, me resultan menos pesados que consumir la banana natural, que siempre me cae mal cuando corro.

Tiene alguna contra este prodigio alimenticio? Sí, claro.
Aportan cerca de 85 calorías por 30gr (aproximadamente 2 ticholos), digamos que no son "light".
Y su precio ha aumentado notablemente con el paso del tiempo (NdeR: siempre tuvo fama de golosina barata y hasta ordinaria). En Montevideo, un paquete de 50 unidades puede costar entre 85 y 100 pesos, unos US$ 4.
Cerca de la frontera con Brasil, la cosa cambia. El mismo paquete se consigue por 60 pesos.
Allí también se consigue una variante conocida como "balas de banana". Son una suerte de caramelos masticables de textura más áspera que el ticholo, a cuya composición agrega glucosa.

Pero por estos lados, al menos por ahora, nos contentamos con los tradicionales bloquecitos.
Salvo en mi caso, que mando a mi hija mayor a extorsionar a su abuelo melense...y cada poco tiempo me llega la encomienda con bolsas repletas de balas de banana...

No duden en pedirme que les convide, si me ven haciendo mi long run por ahí.

Hasta el viernes (y deséenme suerte, que hoy veo al deportólogo!)

viernes, 19 de junio de 2009

Y vuelta a empezar...

(Y ahora...? Pa' dónde agarramo'???)
Que semanita, madre 'e Dió...

De esas que estoy festejando porque se termina.

Y eso que arrancó divinamente, con el casamiento de Ale B y Popotitos.

Celebramos la 2ª boda intra-equipo, a la vez que los ahora esposos en algunos meses se convertirán en padres de Milagros, nuestro 2º bebé 100% Trotamundos.

Motivos de felicidad nos sobraron para festejar y así se lo hicimos saber todos los amigos que tuvimos el placer de compartir ese momento único de sus vidas.


Pero enseguida tuvimos el susto por el accidente de H, que se despeñó escaleras abajo en su casa y terminó con fractura de codo y unos cuantos machucones en la cara. Y una mufa importante, porque no puede correr.


No salíamos de esa, cuando (con apenas horas de diferencia) dos de nuestros compañeros, Gallo y Matute, sufrieron la pérdida de padre y abuela, respectivamente.


Como verán, una semana entreverada.


Deportivamente, la cosa estuvo acorde.

La torcedura de tobillo en la Salomon, sumada al desgaste pre y post Maratón, ha evolucionado en una persistente molestia en la rodilla derecha.

El lunes hice 8k y dolió, hoy tocaron 12k y volvió a doler.

El próximo martes veré a mi deportólogo y sabremos que nueva lesión coleccionaré.


Siguiendo con lo deportivo, el replanteo de objetivos post Maratón de Montevideo no viene fácil.

Es que yo me había negado de plano a la posibilidad de correr BA2009, pero los manijazos de mis amigotes han podido más.

Y me he encachilado con la idea, al punto que los 8k del lunes configuraron el primer día del entrenamiento oficial para BA, estipulado por el Coach Kogan.

Entrenamiento que aseguré NO compartiría con Matute (NdeR: como muestra de mi rencor por haberme dejado entrenando sola para MVD cuando se encachiló con BA...igual supo redimirse), pero que por ese extraño poder de convicción suyo, estoy haciendo a su lado.


El problema es que Marido no quiere saber de nada con mi Buenos Aires querido.

No sé el por qué de esa alergia, pero calculo que algo de responsabilidad me cabe, dado que la única vez que visitó esa ciudad fue conmigo.

Lo cierto es que el tipo ha venido resistiendo estoicamente los embates de mis amigotes, que hasta abrieron un grupo en Facebook para lograr el objetivo de convencerlo.

El tema es que yo no sé hasta que punto quiero que lo convenzan...

Momento, momento...me explico:

Descartar la Maratón de Buenos Aires implica liberarme para encarar otros objetivos, a saber:

1) Correr la Maratón de Punta del Este, antes de que a Alain se le ocurra mudarla de ciudad como ya me hizo con Colonia. Encarar PDE equivale a redefinir el plan del Coach, ya que tengo un mes menos para entrenar.

2) El 4 de octubre (esto es una semana antes de la Maratón de BA) se corre la 3ª etapa de Salomon en el Salto del Penitente. Creo que ya les comenté que completar las 3 etapas era mi 2º objetivo 2009 (el primero era debutar en Maratón) y ya llevo 2...

3) Se supone que el fin de semana de BA será el recital 20º aniversario de Buitres...no tengo que agregar mucho más.


Cambiaría todas estas cosas por una excursión con todo el Troterío?? Todo por cumplir el sueño (o capricho?) de correr en Buenos Aires??

O me quedaré otra vez en Tres Cruces, despidiendo el ómibus, y BA seguirá siendo una de esas "Mecas" que hay que tener???


Se aceptan sugerencias.


Por lo pronto, tengo una rodilla por diagnosticar y tal vez ese diagnóstico revele que no puedo hacer ninguna de las cosas que me cuestionaba más arriba!

Y como sea, volvemos a empezar: otra vez a entrenar para un gran objetivo (sea cual sea!), otra vez con el tiempo en contra, otra vez con una lesión por enfrentar.

Lo mismo, sólo que diferente, vió???


Same Ol' Situation (S.O.S) - Mötley Crüe

Vale cantar. No vale decir que Nikki Sixx aparece de lo más desmejorado en la serie L.A. Ink. Todavía no perdono a la última persona que lo dijo...


Buen finde para todos.

lunes, 15 de junio de 2009

12 de Julio - el "Amandatlón" ya tiene fecha!

Los memoriosos recordarán un post de fines de marzo, donde les contaba por primera vez sobre esta notable iniciativa de Alpino.

Pues bien, en días pasados nos hizo llegar el documento que les adjunto, con los detalles del evento.

Todos podemos ayudar y encima divertirnos, los que participaron de San Ramón o leyeron las crónicas saben de que hablo. Piensen en las veces en que nos hemos trasladado km y km, cuando no hasta fuera de fronteras, sólo por el placer de correr. Creo que el disfrute será doble si, además, sabemos que esta vez corremos por algo más.

El desafío deportivo está al alcance de la mayoría de nosotros, máxime si tenemos en cuenta la posibilidad de hacerlo en postas.
Corriendo la voz sobre el Amandatlón, ya están ayudando mucho.
Y si además podemos mover contactos que den una mano colaborando materialmente, mucho mejor.

Los dejo con la carta de Alpino.
Ya le saqué el canasto a la Ondina!!!
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Montevideo, 1° de Junio del 2009.

Estimado Amigo:
Comerciante, Vecino o Industrial
Presente:

Rara vez involucro algo personal con algo referido a un tema laboral, esta vez aseguro que creo vale la pena hacer esa mezcla. Como saben, desde el 2001 practico deporte, en forma intensa, con lo que obtuve una ayuda emocional, y terapéutica para poder sobrellevar la rutina diaria, y el trabajo. Cosa que aconsejo siempre y como sabrán en mis conversaciones, lo hago y casi que lo impongo.
El objetivo es hacer una carrera del estilo Duatlón.
El duatlón es una carrera de 2 disciplinas en tres etapas diferentes, 5 Km. corriendo - 20 Km. de ciclismo - y termina con 2,5 Km. de corrida.

Circuito: Lo que estaba pensando para realizar la carrera es un tramo casi terminado del anillo perimetral, o desde Coronel Raíz, hasta Mendoza, o bien hasta Garzón, yo he pasado por la obra, y se que no es continuo el hormigonado de la zona, pero creo que para la fecha que tengo prevista, domingo 12 de Julio de este año a las 10 de la mañana, si podría estar completo o casi, y no se ha inaugurado la ruta aún.
La idea surge que tenemos un galpón que podríamos usar como base en esa intersección, para albergar los atletas y publico en caso de lluvias. Y a la vez está cerca de la zona del colegio. Que por razones de calles en mal estado, y circulación de camiones por la zona, hacen casi imposible un circuito cerrado y con garantía de que los camiones de madera no tengan carga ese día justo en el puerto, habiendo una planta de madera, justo en inmediaciones de los posibles circuitos del barrio.

Razones: Primero le cuento sobre la escuelita, "Los Gurises del Sur" es una Asociación Civil sin fines de Lucro, EN LA ZONA DE PEÑAROL, cuyos maestros brindan un muy buen OBJETIVO, y cumplen con las expectativas de padres e hijos, ellos nos piden para estar ahí a pesar a veces que alguno cumple casi 8 horas diarias. Y eso en estos tiempos que corren es demasiado beneficioso y habla bien del cuidado que se les da a los mismos. Mis hijos asisten a esa escuelita.
En la tarde del Lunes 23 de marzo de este año me entero que la abuelita de Amanda (compañera de Lucas, 7 años) fallece de una enfermedad terminal. Se dirá que tiene que ver con triatlones y deporte. A veces somos inertes a cosas como estas, y parecen algo más del montón, lo apilamos en el compromiso, y un simple abrazo o estrecharles la mano a los familiares nos hace ver cumplidos.
Acá aseguro que no es fácil, la señora, casada con el abuelo sanguíneo de la nena, donde ambos hacían la parte de padres desde que nació. Familia muy chica por lo que sé, la señora luchaba hace 4 años con la enfermedad, muy vital era, donde hace poco tenía encargados los uniformes del colegio como para ir solventando los gastos de la nena, y no enviarla a escuela publica tal vez, lo desconozco.
La nena, abandonada por su madre por problemas de drogas, al igual que una hermana que no ve y que cría su tía por no poder criarla a ambas. Hacen un panorama difícil de llevar para el abuelo me imagino, me quitó ganas de trabajar y entrenar, me hizo llorar como pocas veces lo hago en este tipo de cosas, me hacen ser un agradecido de haber contado con todo lo necesario para mi crianza, y que mis hijos tenga lo mismo y esencialmente necesario, que tuve yo. La imagen de padres y el deseo de compartir y tenerlos cerca.
Me agarra en un mal momento para ayudar, poder ofrecerle estudio, un trabajo más aliviado al abuelo, tal vez unas horas de club a la nena. No sé que se podría hacer, pero vivir ignorando la vida de los demás nos hace seres fríos, nos aleja de la realidad, se muy bien que con todo no podríamos. Hay muchas cosas injustas, seres que quedan en peores condiciones que esta niña, cosas que desconocemos y también pasan inadvertidas. Que conseguimos obviando lo que sucede, y solo viendo que nuestro problema es mayor que el de los demás?

Sponsoreo: No pido sponsorización del evento, no pido plata, solo pido colaboración de distintas formas, premios en mercadería que vean posible, y tal vez compra directa de parte de los trofeos y medallas. O solo inscribirse, tal vez también le vaya bien en el evento, espero que no me ganen.

Lo recaudado, y les aseguro que habrá, es solo y exclusivamente de la inscripción de atletas, se cobrará 200 $ para asistir individual, y 300 $ en calidad de posta. Es mucha responsabilidad manejar muchos fondos y de donde provengan, por lo que decidí que sea así que se haga y ser bien transparente para todos los involucrados. Espero una media de 70 inscriptos, si hay más mejor, mucho más para Amanda.

Sin otro particular se despide de usted cordialmente:

Jorge Farto
Tel. 099 64 88 31 – 095 64 88 31 – 358 16 49.

viernes, 12 de junio de 2009

Celebrando la entrada a la veintena!

No va a faltar el que comente "los veinte añitos los pasaste hace rato!"
Y no falta a la verdad!

La celebración de la que hablo es otra y es doble: llegamos a los veinte seguidores en este, nuestro humilde blog. Y el domingo pasado completé mi carrera nº22, al correr la 2ª etapa de la Salomon en Sierra de las Ánimas.

Gracias a los lectores de "la vieja guardia" y a los nuevos que se han incorporado. La verdad es que es muy gratificante.

De la carrera, qué decir? Estuvo realmente espectacular, en organización y en un recorrido único. Me enamoré de las carreras aventura en la 1ª etapa de Salomon en Punta Ballena y ésta la superó ampliamente, en dificultad y en paisaje. Ahora, espero la 3ª etapa en el Salto del Penitente y así cumplir mi 2º objetivo deportivo del 2009: completar las 3 etapas de Salomon.

Me hubiera gustado estar en mejor forma, pero a una semana de los 42k quise que la locura no fuera absoluta y opté por "pasear" descaradamente, lo cual me valió el plus de gozar de ese incomparable entorno sin preocuparme del reloj, así y todo me llevé mi buena torcedura de tobillo y unos cuantos rasguños. Pero que disfrute!
La verdad, el evento merecería un relato acorde, pero debo ser sincera y admitir que me agoté de escribir el reporte de la Maratón y también quiero darles un respiro a ustedes.
En cambio, los invito a husmear en algunos blogs amigos: Tubino, Pablo Lapaz y Alpino han dejado sus impresiones sobre la carrera (siempre con sus particulares estilos) y recomiendo leérlos.
También hay fotos del evento en la página de la carrera, con links a diferentes webs que han aportado sus fotos.

Y es viernes! Día de Bonus Track.

No puedo recomendar un tema utilizado en la Salomon, dado que corrí sin música.
Motivo? Conté con la companía de mi amigote Matute durante las 03:29 hrs que tardé en alcanzar la meta.
Ya que siempre le recrimino sus abandonos, hoy vale el reconocimiento público a quien sin dudas hizo mucho más divertida la competencia. Protestó, pero se quedó.

Van para él las gracias y la dedicatoria de este tema que tanto le gusta al muy punkillo.
Ya lo decía aquel sticker de la Nike 10k: "Estoy enamorado! Ah, no...estoy corriendo"

Friday I'm in love - The Cure

Vale cantar.

Buen finde a todos.

miércoles, 10 de junio de 2009

Contra viento y la Reina - Race Report de MVD 42K


(dicen que una imagen vale más que mil palabras: igual, no se van a salvar de mi palabrerío. Es alucinante ver casi el mismo instante captado por dos ojos diferentes: la primera imagen fue tomada por Tubino y la segunda por Matute. Gracias! A ambos!)
No quiero arrancar el relato sin antes agradecer a todos los bloggeros por sus mensajes y deseos de éxito. Me hubiera gustado encontrarme con todos, espero que hayan tenido tan buena carrera como la que yo disfruté.
Habrán notado lo que tardé en volver, cosa que se debe pura y exclusivamente a tener que ponerme al día con todo lo que había postergado por la maratón.
Espero que disfruten de la lectura y de "la yapa", que no es tal, ya que les adeudo el Bonus Track del viernes pasado.
Les aviso que decidí no profundizar en las críticas hacia la organización del evento, dado que varios colegas lo hicieron con exactitud en diferentes blogs y pizarras.
No quiere decir que no opine que fue un desastre y una burla, pero no tengo ganas de amargarme. Lo más apropiado será no financiar más faltas de respeto a cargo de este organizador.
Los dejo con el relato y espero poder cumplir con el BT del próximo viernes, ya sin excusas!
Corredora, yo?
Ahora soy maratonista, corazón!!!
Beso a todos.
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(Ud. notará que el presente reporte contiene frases e incluso párrafos enteros que Ud. recordará como de otros corredores o incluso como suyo propio. He leído tantos relatos de carreras, que ya me cuesta discernir que cosas se me ocurrieron a mí y cuales a otros. Es por eso que Ud. podrá ver un * en cada oración que yo recuerde haber leído en otra parte. Confíe en mi buena fe o vaya a quejarse a Magoya.
También notará lo largo y tedioso de este relato. El que avisa no traiciona)

He dicho que, a mi modo de ver, una carrera empieza en el momento en que se decide correrla. Sin embargo, llevo rato tratando de decidir por donde comenzar el relato y no puedo definirlo.
Sería correcto pensar en el día en que Matute “me vendió” la idea? Aquel entrenamiento en el que me deslumbró con sus marketineros argumentos, describiendo un hermoso recorrido y las mil ventajas de hacer el debut “en casa”.
O no sería acertado recordar la Maratón de Colonia 2007? Presenciar por primera vez este tipo de carreras, el debut de tantos compañeros, la emoción de la llegada…
Tal vez ahí empezó todo…
Obviamente, con un embarazo a fines de ese año, la ilusión de prepararme para mis primeros 42k se postergó ligeramente, digamos.
El embarazo prosperó, Clara nació y al mes presenciamos la Maratón de Punta del Este.
Bueno, me la cambiaron de domicilio. ‘Ta bien, no corro en Colonia. Quieren que corra en Punta del Este? Corro en Punta del Este.
(NdeR: no sería descabellado irle deslizando la idea al Gusano: Maratón Nostálgica de Colonia – Where it all began).

La Maratón de Montevideo no estaba en los planes.
El recorrido del año pasado era una amenaza para la psiquis de cualquier corredor, máxime en mí, que ya me conozco y los circuitos repetitivos me tiran abajo.
“Pero este año es diferente – decía Matute- por qué te pensás que la voy a correr?”.
La tentadora propuesta constaba de una largada en las Canteras del Parque Rodó, Rambla Sur hasta la Escollera, vuelta por Rambla hasta Carrasco y retorno a las Canteras.
Haceme caso: es mejor opción para un debut, porque es más plano que Punta del Este. Y te va a ir a ver más gente”. Tenía razón.
Pero el mejor argumento era otro: se iba a correr 3 meses antes que Punta del Este!
Para una ansiosa incurable como yo, ESE era el buen motivo.

Así, pues, a pura manija, decidí prepararme para correr Montevideo 42k.
El 25 de enero, estando de visita en Melo, inicié oficialmente el entrenamiento pautado en el plan diseñado por Duke.
Casi dos meses más tarde, el infierno de cualquier corredor: la lesión. Aquiles y sus amigos los Peroneos amenazaban con postergar el debut.
Reposo y fisioterapia después, apareció el Coach Kogan para replanificar las 9 semanas que nos quedaban.
Tranqui – le dije, con gestito de superada – que si no llegamos a Montevideo, siempre está Punta del Este”. La fuerza que hacía para creérmelo, no les puedo explicar.
Cuchá!!! – me dijo – ‘Ta todo acá!!!”, golpeteándose la frente con el dedo índice.
Y siguiendo sus pasos (como si de Forrest Gump se tratara), llegamos al 31 de mayo…

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La alarma del celular sonó a las 6:30, pero yo estaba despierta desde hacía rato *.
Me había despertado con una especie de frío, de inquietud.
Sólo recuerdo haberla tenido el día de la defensa de mi Portafolio, el día de mi internación programada para el nacimiento de Lala y el día del examen práctico para sacar la libreta de conductor…

Me preparé mi tazón de té verde y dos tostadas de pan blanco, igual que tooodos los domingos antes de un long run.
Me senté a desayunar al lado de la ventana y comprobé que ya no llovía. El viento apenas movía los árboles.
AAAAAAAAHHHHHHHHH”*, decía el sms de H.
Toda la semana previa estuvimos intercambiando ese mensaje. No lo decíamos, sólo lo escribíamos para descargar la ansiedad.
Faltaba menos de una hora para que pasara a buscarme.

Luego de la ducha, vaselina “general e irrestricta” y a vestirme con los 134 chirimbolos que estaban cuidadosamente dispuestos en el respaldo de una silla del comedor. Preferí hacer la previa lejos del dormitorio, donde “acampaban” mi madre y mis dos hijas.
Mientras, un Gatorade y una barrita de cereal completaban el desayuno de campeones.
El número de corredor termina abrochado en la calza, así podía dejar de cuestionarme si colocarlo en la remera o en la campera.
Revisé el contenido de la mochila de Jota una vez más: agua, Gatorade, ticholos, pasas de uva, barras de cereal, vaselina, auriculares extra, brazalete para el Ipod
No sé para que lo hacía, si la noche anterior había hecho todo el chequeo dos o tres veces…*
Tal vez porque ya estaba pronta, ansiosa en extremo y aún faltaban unos minutos para que llegara H.
Podía aprovechar e ir al baño (otra vez)…
O podía comer una (otra) barrita de cereal…
O tal vez me viniera bien tomar un poco (más) de agua…
O de Gatorade
O comer una banana, para mis reservas de potasio…
O hacer una serie de estiramientos, para ir flexible…
O llevar (más) ropa por si cambiaba el clima…

Obviamente, se me fue la hora entre tanta deliberación y sólo alcancé a despedirme de las tres dormilonas y del noble ciclista que llegaría sobre la hora de largada.

Ni el día de la maratón logré llegar al hall antes que H!
- AHHHHHHHHHHHHHH!!!!*
- AAAAAHHHHHHHHH!!!!!*
- AAAAAAAAHHHHHH!!!*
- AAAAAAAAAAAAAH!!!*

Esta vez, había que gritarlo!
Nerviosísimas, hablando encima de lo que decía la otra, muy caóticas.
Llegamos a las Canteras, estacionando en otro punto que nada tenía que ver con la cuidadosa planificación del día anterior.

Ya había bastante movimiento. Por mis cuentas, había un número de corredores notoriamente superior al año pasado.
Nos ubicamos en la fila de entrega de chips y empezamos a chuzmear a los asistentes.
Enseguida reconocí al Gusano y fui a saludarlo. Se veía TAN dormido, con TANTA modorra y con TANTA cara de “que m*erda estoy haciendo aquí”, que honestamente hubiera jurado que luego de un rato me dejaría sus saludos con nuestros conocidos en común. Se habría lamentado de haberme llamado el viernes para comprometer su presencia? Estaría maldiciendo al pensar en correr a mis humildes 6:30/km? Tal vez…
Pero mientras engullía una mezcla de pasas, nueces y sabe Dios que otras cosas, dirigió al arco esa mirada esquizoide que tienen todos los maratonistas. Ya no habría quien lo parara…
A esas horas, el Troterío empezó a amucharse.
Flor, Ceci, Pato, Panther y Pantera, Presi y Joyce (siempre al firme), El Perla, Julito, Gallo y Nadine, Rita, Ariel B, Zen en chiva, pero con ganas de correr, también la Ingeniera Vicky. Allá también apareció Isma, cámara en mano y con expresión similar a la del Gusano. Calculé que enseguida de la largada arrancaría para el Mc Café más cercano, al grito de “llamen cuando la Gorda esté llegando!”
Me resultaba increíble que algunos de ellos fueran sólo para alentar…es raro, porque yo he ido a carreras sólo para alentar, pero no sé…siempre que se trata de uno mismo, parece más difícil entender por qué lo hacen!!!

La largada estaba evidentemente atrasada, así que había que “retocar” el calentamiento a cada rato. Allá salía H junto conmigo, a mantener el calorcillo en los músculos y la cabeza ocupada en poner un pie delante del otro. “No me hagan rebote!!!”, rezongaba el Pato, que nos corregía la técnica.
Jota seguía sin aparecer, pero como él nunca llega tarde a ningún lado, calculé que sólo era un desencuentro y que pronto divisaría a mi caballero en birrodada armadura.
Mientras, buscar un baño no era mala idea. Era como cuando era chica y mi mamá insistía en que fuera al baño antes de salir de casa, así después no andaba jorobando con ir a hacer pis por ahí. No importa si no tenía ganas, tenía que ir igual.
Acá era lo mismo.
Nadie me sabía decir donde eran los baños. Debe ser porque no existían tales servicios, y los caballeros aprovechaban las ventajas anatómicas que poseen para hacer uso de la vegetación.
Numerosos corredores iban y venían de los clubes de pesca de la Rambla y allá los seguimos, pensando en que los amables pescadores nos prestarían sus baños.
Así fue y sorteamos el primer obstáculo.

Ya la ausencia de Jota estaba mutando mi mal humor en preocupación, así que acepté el teléfono de H y lo llamé.
“Acá estoy, en Ingeniería!”, me dijo con una naturalidad que le hubiera valido morir estrangulado, de tenerlo a mi alcance.
“Y puedo saber qué car*jo estás haciendo ahí a minutos de la largada?!?!?!?”
“Porque de acá los veo venir y los alcanzo cuando ustedes pasen”.
Nunca entendí ese razonamiento, como tampoco entiendo cuando estamos en el shopping y le digo “esperame que ya vengo” y NUNCA está donde se supone que iba a estar…
Y, evidentemente, nunca se percató de mi necesidad de verlo en la largada, repitiéndome su frase de cajón: “te va a ir bárbaro”.
Una especie de talismán protector contra daños y fracasos…
De lo que estoy segura, es de que él estaba más nervioso que yo.
Desde que empecé a entrenar distancias superiores a 10k, el running ya no le resultó simpático a Mr. Reel.
No sólo se lleva a su esposa durante horas, sino que también se vuelve un deporte riesgoso, a su criterio.
Muy a su pesar, aceptó que correr forma parte de mi felicidad personal y se resignó a que me convirtiera en maratonista.
Pero él decidió estar metro a metro en su bicicleta, cosa de hacer primar la razón en caso de que mi humanidad no resistiera la prueba.

Llegó justo para “bendecirme” antes de entrar en la zona de largada. Se fue enseguida, porque quería apostarse para ir detrás nuestro ni bien se dispersaran los corredores (NdeR: cómo si no fuera a alcanzarnos después!!!).

Abrazo a H, sé que saldrá a la disparada por su PR y no nos veremos hasta dentro de un buen rato. “Acordate de todo lo que hiciste para llegar acá hoy”, me dijo adivinando el susto mayúsculo que me agarró en ese instante.
A mi lado, Ale Panther (lista para participar de la 10k) y el Gusano, más despabilado y con menos capas de ropa.
Choque de manos con el Troterío.
Pongo el reloj en función crono.
Ipod con la playlist elegida en boca.
Disfrutáaaa, dejá el llanto para después del 39!” me decía el Pingüino desde Ezeiza…”El muro está en el 42!”, sentenciaba el Lechuga desde su propia maratón, en Sao Paulo.
Ay, Dió

Dan la largada (o al menos, las filas delanteras salen desbocadas y las sigo), piso la alfombra, arranco el crono y voy…
Ahora sólo hay que correr para adelante. Y en lo posible, sin parar.
Muchos me dijeron que lo más difícil de la Maratón es entrenar para correrla. Ahora ya está. Esperé mucho por esto, así que cancelo el miedo, la angustia y la ansiedad.
“Ahora sólo hay que correr para adelante, te digo!”

La tecnología me traiciona: el Ipod no quiere arrancar.
Domino el pánico y trato de solucionar el inconveniente con el método “tire y pegue”.
Afortunadamente, el problema es sólo con la primera canción y el resto de la playlist empieza a reproducirse sin problemas. Ufffff
Ahora son los elementos los que joroban: el viento ha aumentado desde que salí de casa y ahora se siente bastante, sobretodo porque lo tenemos de frente.
Me consuelo pensando en que el tramo final será con viento a favor.
Vooolaréeee…oh oh oh…
Ale va a mi lado charlando distendida. Sin dudas, va mucho más cómoda que en otras ocasiones, lo que evidencia sus progresos.
Al otro lado, el Gusano experimenta por vez primera una maratón a 6:30/km. Tal como había prometido días antes, sólo fue necesario solicitarle un tema (“Che, Alain, cómo va Punta del Este?”) para que nos charlara con detalle sobre el particular.
Iba tan enfrascada en la conversación, que no advertí las señalizaciones de los km. Quizás también incidió el hecho de que no existieron tales marcas…
A prudente distancia, Jota nos seguía en la bici.

Ya vemos a los punteros en viaje de vuelta. La pucha, que son rápidos!
A nuestra derecha, una imagen bien distinta distrae a la mayoría: un corredor caído en el cantero central. Varias personas lo asisten, le pido a Jota que pare a ver si puede ayudar. Pienso que pronto vendrá la ambulancia de la carrera, aunque no recordaba haber visto ninguna…

Las noticias para mí tampoco eran muy buenas. El dolor en el cuádriceps derecho, que tan preocupada me tuvo toda la semana previa, empezó a hacerse notorio.
Me concentré en aflojar el músculo*, cosa que no logré, pero tampoco se intensificó la molestia. Decidí entonces “convivir” con el dolor durante el resto de la carrera.

En ese punto, el retorno de corredores empezó a hacerse más fluido.
Los primeros Trotas aparecieron a buen paso: Pato y Panther, Julito, Presi y H.
Saludos y ánimos. H gesticula y trata de decirme algo y que no llego a comprender del todo.
Le indico que estoy bien, por las dudas.
Ale y Alain me dan la noticia (ellos no llevaban a Gwen Stefani al mango!): estaban marcando el retorno en la Escollera.
Sólo con sacar una cuenta fácil, quedé congelada: del 5 (la largada) a la Escollera, 5k…los malnacidos iban a repetir el circuito de 4 vueltas igual al año pasado.
Naaahhhh, no podía ser…
Por alguna razón que no era capaz de imaginar, los que corrían Media tendrían que dar vuelta, pero los que hacíamos los 42k seguiríamos, tal como estaba prometido y publicado.
Tenía que haber un error…
Pero no.
Llegamos a la Escollera, donde estaba el primer puesto de hidratación (“tomá igual, no esperes a tener sed”, recomendó el Gusano). Allí, el responsable de la carrera, el mismo que casi me entregó en mano el kit 24hrs antes…parado en medio de la calle, gritaba y gesticulaba para que girásemos en “U”, sin ninguna explicación aparente.

Yo no podía creer lo que estaba pasando.
Un amigo al que detesto darle la razón, había pronosticado un mes atrás: “si a esta altura todavía no está cerrado el recorrido, no me puedo imaginar lo que puede ser el resto de la organización de la carrera”. Mi querido, creo que ni vos te imaginabas las cosas que pasaron este domingo!

Furiosa y descolocada, me dediqué a maldecir hasta hartarme.
Marido – que me conoce – no decía nada.
Ale y el Gusano – como si conocieran mis reacciones – seguían acompañando calladitos.
Había que repensar todo. Era otra carrera. Había que soportar ese viento del demonio CUATRO veces, había que pasar una y otra vez por los mismos lugares, con la desmotivante certeza de que los vería CUATRO veces, incluyendo el “delicioso” repechito del Gas…
Bueno, yo me había preparado para correr 42k, no importa donde fueran.
“Voy a terminarla, aunque los 42k sean dando vueltas a la manzana!” fue la decisión final, festejada con un “Eso es un hombre, car*jo!” que gritó el Gusano.
Y ya recuperado el humor y el ánimo, seguimos avanzando.

Pasamos por la largada rumbo al retorno previsto antes del monumento al Holocausto.
Para mi sorpresa, la caterva Troteril había aumentado: a los presentes, se habían sumado los Butiaceros, Popoto y AleB con Mili.
Pegamos la vuelta alrededor de unos flacos que oficiaban de puesto de control y marchamos rumbo a la segunda vuelta.
Allí nos dejó Ale, completando su carrera, y preparándose para esperar a David que al ratito terminaría la 21k en un tiempazo.
Alain seguía muy campante y quise liberarlo de cualquier compromiso. “Mirá, si me siento bien, hago los 42”, me dijo en un tono como el que yo usaría para decir “Podría aprovechar para hacer un kg de milanesas, así me quedan para congelar”. Una cosa así.

Yo, feliz.
El Gusano es un pacer de lujo, nunca se movió del paso previsto y eso fue fundamental para mí.
Más atrás, Jota seguía pegado a nosotros y empezó a recibir todas las solicitudes: “tomá los guantes”, “pasame una barrita”, “andá preparando los ticholos”, “tené a mano el Gatorade”. Necesitó poco rato para agarrar la dinámica y luego hasta canchereaba sacando fotos. Más allá del hecho de que es mi marido, opino que no debe haber otro tipo en la Tierra como Jota.

Sin embargo, el buen momento pasó pronto.
La segunda lucha contra el viento en el repecho del Gas me trajo a la peor realidad.
Aún cuando lograra reponerme y terminar bien la vuelta, todavía tenía dos pasadas por delante.
Ya tenía mis dudas de ganarle a esta ida, por lo que veía completamente improbable que pudiera encarar con éxito dos instancias más.
El dolor del cuádriceps se intensificó entonces, para argumentar mi imposibilidad.
Este es uno de los dos momentos de auténtico sufrimiento en toda la carrera.
Fue muy útil recordar las múltiples lecturas que me facilitó H, donde estas situaciones de auto boicot y desánimo se describían perfectamente.
Con todo el peso de la psicología moderna, me dije:
“PONETE A CORRER Y DEJATE DE JODER!”
Me encantan la sutileza y la argumentación profunda.
Lo cierto es que mis amigotes estaban de nuevo a la vista, por lo que la maldita segunda vuelta estaba terminando.

Y más gente se sumaba! Ahora era el Colo (de la gente) y la familia Kogan casi en pleno: Agustín, Lula y el Coach Edgardo, cumpliendo su promesa de acompañarme en los últimos 21k. También veo a algunos de los mediomaratonistas (arribados hace rato, por supuesto). Allí está H alentando y luego de un intercambio de gestos, entiendo que el PR será para la próxima…
Una de esas manos terminó agarrando la campera que empezaba a fastidiarme, al tiempo que el Coach se subía al dueto que formábamos con Alain.
Es muy probable que muchos lectores no conozcan a estos dos hombres. Algunos quizás conozcan a uno de ellos. Pero los que tienen el gusto de conocer a ambos, se imaginarán el rosario de saludos que intercambiaron con prácticamente todos los corredores que cruzamos. Y pensar que algún ilustre lector bloggero se ha despachado en cuanto al volumen de gente que yo saludo…

No puedo recordar bien si ese fue el momento en que nos cruzamos con Julito, que había decidido abandonar.
Ya lo habíamos visto muy acalambrado y, evidentemente, el cansancio por la mudanza el día anterior estaba pasando factura.
Lo animamos como pudimos, con la certeza de que la próxima le dará revancha.
ARRIBA JULIUS!!!

Avanzábamos y los diálogos entre el Coach y el Gusano merecían suspender la playlist. Soy consciente de que no le hago justicia, pero vale la pena reproducir el diálogo con las indicaciones del Coach:
Edgardo: cucháaa! No te apurés, Gusano, que todavía le queda una vuelta!
Alain: si yo vengo tranquilo! Vengo al paso de ella! Vos venís bien, Elba?
Elba Reel: (inspira, lleva aire al abdomen, expira) estupenda (idem anterior).
E: callate, vos! Ya te dije que no hablés! Vos corré!
ER: (asiente con la cabeza, prosigue la rutina de respiración aprendida en clase de yoga).
E: Jota!!! Vamos a darle Gatorade y una barrita!
J: acá tengo Gatorade y hay ticholos también, no sé que prefieren…
E: qué grande el Jota! Cuchá, Elba! Tenés que tomar algo y te conviene comer también. Gatorade y barrita está bien?
ER: (sigue respirando) sí, perfecto.
E: pero no te digo que no hablés???!!!???

Ya estábamos en el retorno de la tercera vuelta y veo venir a Flor al trotecito. Quiero saludarla al grito de “Flower Poweeeeeer!!!”, pero el rezongo del Coach me hace reprimirme. Atino a hacerle un pequeño aplauso de agradecimiento.
Pregunto por su rodilla y parece que seguía doliendo.
Así fue, porque luego de unos metros tuvo que dejarnos.

No pasó mucho hasta que vimos a Duke. También había “amenazado” con acompañar unos km y allí estaba. Me comenta que me veo en buenas condiciones luego de casi 30k.
“No la distraigas!” vocifera el Coach y seguimos corriendo, aunque yo más animada por el comentario.
Cerca de Playa Ramírez cruzó a la senda contraria y desapareció cual Houdini.

Así quedamos al retorno de la tercera vuelta: los mismos tres que la habíamos iniciado.
A modo de festejo, el Gusano y el Coach entonan famosas retiradas de murgas.
No sólo eso: BAILAN mientras corren y cantan.
ES MÁS: me contagian la euforia a mí, que no me gustan las murgas, y ensayo los clásicos movimientos de manos que se ven en Carnaval. Tengo que estar suficientemente alcoholizada para cantar cualquier cosa, máxime si se trata de murga.
La imagen es más cercana a tres fugados de un neuropsiquiátrico que a tres corredores.
Tanto les festejo la gracia, que hacen un repaso por las retiradas murgueras de los últimos 20 años.
Yo llevo “Move it” en el Ipod, un tema para correr que me mola* como pocos.
“Estoy tratando de escuchar a Technotronic!” les grito, recibiendo una buena reprimenda del Coach y un gesto nostálgico del Gusano. Seguro Technotronic sonaba en esas fiestas dionisíacas que ofrecía por aquellos días en Lyon…

Se terminaba la tercera vuelta y las sorpresas no paraban de llegar.
Apostados en la curva de las Canteras, Viru y Toto esperaban para sumarse.
Abracé a la Flaca con fuerza y todo parecía un raro deja-vú de Colonia 2007. La diferencia es que yo no había bajado de horas de avión para ir a acompañarla!!!
Un fotógrafo en bicicleta me distrae un momento. Es Tubino registrando el evento y dándome ánimos para la última vuelta.

Iniciamos la última vuelta! Mi ánimo crece casi a niveles de euforia: llevo algo más de 03:30 hrs y me siento estupenda para encarar esos desconocidos 12k.
Alain decide que ha sido suficiente y se despide luego de haberme acompañado 31k, algo invaluable para mí.
Se nos une Zen, que había tirado “la chiva” por ahí y había hecho la Media con Ceci.

Pero este buen momento también se terminó.
El viento se me hacía insoportable, si bien me sentía física y mentalmente fuerte.
Tenía la sensación (después comprobé que efectivamente era así) de que el viento había aumentado considerablemente desde que habíamos largado, 4 hrs antes.
No era descabellado, ya que en ese momento teníamos cielo cubierto y ahora estaba casi despejado. El ventarrón se había llevado las nubes.

No había manera de avanzar.
Los pasos eran cada vez más lentos y cortos, los ojos se me irritaban y el ánimo se perdía.
Sin dudas, fue el peor momento de la carrera. No pensé en abandonar, sólo tenía la sensación de que no llegaría nunca.
Me salvaron mis pacers, que armaron una auténtica barrera de contención y me dejaron corriendo detrás de ellos, con lo que la situación mejoró notablemente. Jota, mientras tanto, seguía detrás de mi a prudente distancia (NdeR: y haciendo cosas útiles, como parar en la estación de servicio a reponer el Gatorade!).

La organización de la carrera no facilitaba las cosas, tampoco.
Cumplidas las 4 hrs de carrera, levantaron el corte de calles y quedamos librados a nuestra suerte.
También aprovecharon y levantaron el puesto de hidratación y control de la Escollera, con lo cual demostramos ser deportistas de ley, dado que nadie se hubiese enterado si pegábamos la vuelta 300 mts antes…
Pero fuimos hasta donde correspondía y allí repetimos el giro, como si todavía estuviera la mesa que debió haber estado, con el agua que debió haber estado…

Llevar el tránsito a la espalda me tenía nerviosa y desconcentrada, por lo que propuse ir por la vereda.
Todos lo hicimos, incluso Jota.
El viento ahora era a favor, pero se sabe que no compensa el desgaste sufrido con viento en contra*, así que el progreso era más evidente, pero el paso seguía siendo lento.
Lo que aumentaba era la ansiedad.
Todos bromeaban, Viru sacaba fotos y junto a Toto contaban algunas anécdotas de viaje.
Edgardo seguía atento a la hidratación y la comida. Lo necesitaba: la lucha contra el viento me estaba haciendo pedazos.

En determinado punto, H se sumó. No queríamos hablar, pero no podíamos evitar la euforia. Ya casi estaba…
Viru seguía sacando fotos y rememorando su debut en Colonia. Se rió con ganas cuando me vio agarrar del brazo a Edgardo para subir y bajar los cordones de la vereda!

(se vienen los momentos finales del relato y esto puede ser extremadamente paloma. Si Ud. tiene hipersensibilidad a la palomería, dosifique con precaución)

Creo que recién me avivé de lo que estaba pasando cuando doblamos por la curva de la Ramírez.
Será porque las suelas de tooodos mis championes conocen de memoria ese tramo.
No sé…
Sí me acuerdo de pensar “mirá bien todo, acordate de cómo está todo, porque en unos minutos vas a terminar la primera maratón de tu vida”.
Siempre creí que al ver el mojón del 42 iba a llorar con ganas. No fue por el mojón, ya que no existía, sino por la emoción de ver a toda esa gente esperándome.

“El día que cruces el arco de una Maratón tu vida cambiará para siempre”, decía uno de los atletas de Spirit of Maratón.
Pienso que debe ser por esa sensación de poder que nos invade. Esa certeza de que, si pudimos correr esa imposible distancia, seremos capaces de superar cualquier cosa. Tenemos el espíritu para lograr cualquier cosa.

La visión borrosa de ese arco rodeado de amigos, se entreveraba con los recuerdos de todo lo que me había llevado hasta ahí.
Mi primera 10k, la lesión de Aquiles, los long runs de domingo, los reportes de BA2007, el primer día del Plan bajo la lluvia de Melo, mi vieja fractura de Tibia, el Supporting Team de Colonia y el Trotapuesto de Punta del Este, los solitarios entrenamientos de verano, las competencias de atletismo en el liceo (que siempre miraba de afuera, por inútil)…
Todo era una masa de emociones apretándome la garganta.

En algún momento, mis compañeros me dejaron sola frente a la meta.
Es increíble como el sentimiento se repite y cada vez que encaramos ese arco, nos sentimos medallistas olímpicos*.
Estoy segura que ni la que ganó estaba tan feliz como yo, que fui la última.
En ese momento, yo era la Radcliffe haciendo pelota la plusmarca mundial.
Era Deena Kastor, ganando el bronce en Atenas.
Era la mismísima Joan Benoit, saludando con su gorro blanco a la entrada del estadio en Los Angeles.
Crucé el arco buscando a Jota, deseando que estuviera con una hija en cada brazo, sabiendo que no sería así. Demasiado rato y demasiado frío para las gordas.
Sé que me abrazó y nos empezamos a reír como unos tarados, olvidándome por completo del crono, que siguió de largo.
Después, una horda de Trotamundos me rodeó entre abrazos, besos y felicitaciones.
Y yo me dediqué a disfrutarlo, tal vez en igual medida que disfrutaba de haber logrado el objetivo.
Porque eso de que me tanta gente me aplauda, a mi no me pasa muy seguido!*

Así, pues…Elba Reel le ganó a la Reina.
Ya lo dije, pero siempre es preferible pecar de reiterativa que de omisa: GRACIAS.
A todos los que en innumerables maneras estuvieron en toooodo este proceso.
Capaz que igual hubiera podido, pero seguro no hubiera estado tan bueno.

Y como siempre y más que nunca:
CHE, CUÁNDO ES LA PRÓXIMA!!????
......................................................................................................................................................
Sí, señores: le gané a la Reina.
Y me hicieron sentir como una Reina, con todo y séquito!
Imposible dejar de repetirla en el Ipod, fue el tema que cerraba la playlist que elegí para la maratón: "see that girl/watch that scene/you are the dancing queen"
Vale cantar. Y desafinar mucho!
Hasta el viernes.